Save me once again // J.V.

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-Jos-

Se enamoró de aquel chico de linda sonrisa sin saber que no tenía salvación, que se hundiría en esa miseria que llamaba "relación" y ahora no sabía qué hacer, amaba a Alonso, pero no podía olvidar lo que vio.

-Jos llegó esto para ti – dijo Fernanda mientras dejaba un sobre sobre mi cama – hermano se que estas triste pero era lo mejor. Prometo regresar mañana a visitarte.

En cuanto se fue tome aquel sobre y saque una hoja color turquesa, tenía algunas marcas de lágrimas y supuse que sería de Alonso, comencé a leerla y eso termino por destruirme...

Jos:

No sé si leerás esta carta, se que te hize mucho daño y lo lamento, siempre quisé más de lo que merecía y ese fue mi mayor error, pues el tenerte a ti era lo mejor que me pudo pasar. Te agradezco por todo el tiempo que me diste, por tu paciencia, por tu amor. Gracias por salvarme de ese abismo en el que me sumergí.

Sabes desde el día que me dijiste adiós no he podido dormir, creí que el no tenerte a mi lado no me afectaría, que te olvidaría en cuestión de horas. Que cegado estaba, mi ambición me hizo no darme cuenta de lo valioso que eras. Han pasado dos semanas sin vere, sin besar tus labios, sin despertar con uno de tus lindos mensajes, y me he dado cuenta que no puedo seguir así.

Jos, tú eres mi vida, mi todo, y sólo de pensar que tal vez ahora ya tienes a alguien más (me he enterado que Bryan frecuenta mucho tu casa), estoy destrozado Jos, estoy muerto por dentro. Si no estas conmigo no sé como seguir.

Por favor perdóname por todo, perdón por no saber valorarte, perdón por no estar ahí cuando perdiste a Luka, perdón por no consolarte cuando murió tu abuelo, pero sobre todo perdóname por no poder cumplir mi promesa, pero por favor entiende que ya no tiene sentido.

Recuerdo muy bien tus palabras y dijiste que a partir de ese día estaba muerto para ti... ahora será cierto, no seré más una carga, se que me olvidaras rápidamente, si es que no lo has hecho ya.

Te amo, recuérdalo siempre.

Alonso

Pd. ¿me salvarías una vez más?

Lagrimas corrían por mi rostro al comprender todo esto, Alonso acabaría con su vida y todo era mi culpa. Salí corriendo hacia el único lugar que se me ocurrió, aquel hermoso edificio donde tuvimos nuestra primera cita.