The start

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Aquel día parecía ser tranquilo. No hacía muchas horas que había llegado de, Gyeonggido, Changwon hasta Anyang -si. Y si bien, en realidad no había mucha distancia entre ambos, el cambio de ciudad era algo completamente nuevo para él al igual que para su madre con quién en conjunto, podría pasar tiempo tras terminar el horario escolar en la librería que esta misma decidió establecer en el mismo sitio.

Por el momento, había tomado una siesta para así poder retomar algo de fuerza tras desvelarse toda la noche para desempacar las pertenencias tanto de su madre como las propias.

La casa nueva poseía un solo piso y por lo mismo era fácil el encontrar las diferentes habitaciones del nuevo hogar. Una vez que se encontró fuera del lugar, no tardó en asegurarse de haber cerrado correctamente la puerta y emprendió su camino por la solitaria acera en conjunto con sus audífonos. El camino parecía completamente tranquilo y solitario a comparación con su anterior hogar, puesto que en realidad las personas parecían preferir quedarse en sus hogares en comparación el ambiente tan inquieto del otro sitio.

En cuánto llegó a una zona con parque le fue inevitable el tomar asiento en una de las bancas del sitio, pudiendo quedarse tranquilamente mirando el cielo del medio día conforme disfrutaba del cálido clima de aquel día junto con el refrescante aire templado que iba soplando.

Todo comenzaba a parecer un poco más claro, aunque en cierta forma seguía habiendo ciertas incertidumbres y dudas sobre lo que podría pasar más adelante pese a que el futuro parecía algo completamente incierto. ¿Podría esto ser una señal de que habría cosas nuevas y positivas en su vida de ahora en adelante? ¿O al menos un poco más de situaciones mucho más tranquilas que antes?

En realidad, es lo que se preguntaba, lo que pasaba por su mente con cada minuto que pasaba y observaba con mayor detalle su alrededor. Sin embargo, en algún instante pudo notar como en la acera que estaba delante un chico bastante alto, delgado y con la piel de un tono ligeramente oscuro se tropezaba con una caja de madera que se hallaba en el suelo delante de una tienda de frutas, dejando de esta forma varias manzanas regadas sobre el asfalto del sitio. Terminando por recoger apenado aquellas frutas mientras se disculpaba con el dueño antes de simplemente tomar su mochila y emprender su camino corriendo con prisa completamente notoria.

¿Qué era exactamente lo que había pasado? Se cuestionó de inmediato antes de alzarse para poder ir a su casa ante la hora que marcaba su móvil, comenzando su camino conforme iba pensando de manera inevitable en aquel chico. 

Light~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora