Tú.

La espera.

Tal vez no exista esa mujer con la que yo soñé, no exista esa mujer para compartir, yo sigo mi camino viendo hacia el cielo con la excusa de buscarte y bajarte hasta aquí, tal vez las cosas no funcionan como yo pensé, las rosas ya no sirven para complacer, sigo siendo un niño enamorado de esa mujer que he buscado y que jamás encontraré, no sé si debo de cambiar porque llevo meses sin tener ninguna sola pista de esa mujer, quizá la culpa sea mía por ser cuidadoso y observador de lo que nadie mira, el amor, la fidelidad, la comprensión y paciencia, me siento solo en en este mundo de frialdad en un mar de preguntas que me ahogan día con día, preguntas que buscan felicidad, quizá se marchó, o por perder mi tiempo con un amor pasajero no pude verla y se fue sin avisar, o posiblemente está esperándome más allá sin prisa y angustia, jamás he sabido de ella pero la conozco bien, sé que no se enojaría y conmigo sería fiel, tiene mi sonrisa y mi mismo pasado también porque hemos estado juntos pero no ha sido real, y la seguiré buscando porque sé que ella llama y que aquí en el mundo hay alguien que la ama.
Ninguna niña me cree, dicen que es imposible el hecho de que me niegue a una mujer hermosa, todas se ríen cuando les digo lo que pienso, piensan que soy uno más y es triste tener que siempre caminar solo, y por supuesto que prefiero soledad a enamorarme de una víbora, pueda ser que yo esté exigiendo demasiado pero solo quiero la mitad de todo lo que he llorado y vivir sin la preocupación y prisa por amar, ayer soñé con ella y soñé que la besaba pero cuando desperté sentí que algo me faltaba, y era esa persona que no podré mirar a los ojos, solo la podré soñar.