-Entonces le gustan las mujeres mas jóvenes? Que hay de Akira? Ella es linda no?
Insistió Haise, lo cual hizo que Arima solo lo ignorará e intentara concentrarse en su trabajo pero no podía por culpa de un insistente argumento el cual era: "¿Que es esa mujer para ti?"
—Parece que te interesa mucho esa Chica ¿no? Haise...
Preguntó Arima inexpresivo pero con una mirada fría, de esas que hacen que te den escalofríos de solo sentirla.
-Bueno ahora que lo dice, siento como si ya la conociese... Además de que me siento atraído de la misma manera en la que usted también lo está.... Pero usted ya me dijo que esta casada así que es algo que no se podrá.
Arima estaba sorprendido, si bien el pudo conocerla antes Touka no parece recordarlo o verlo como alguien cercano, eso lo hizo calmarse un poco.
Lamentablemente Haise le mintió cuando dijo que había hecho acto de presencia el búho de un ojo, todo era una trampa pata llevarlo a la oficina y celebrar su cumpleaños, cuando entraron Haise y el todos sonrientes los recibieron. Arima solo pudo verlos agradecer y disculparse por no quedarse mas tiempo ya que tenia unos deberes en casa y debía irse lo mas antes posible.
Dicho esto salio de su oficina, esto intrigo a Akira quien llamó a Haise y le pregunto que sucedía.
-Yo estoy tan extrañado como usted...
Respondió Haise confundido y hasta cierto punto sintiéndose culpable por haberle mentido en muchos sentidos a Arima.
Arima se metió a su carro y fue directo a casa donde al abrir la puerta fue recibido por Touka.
–Bienvenido a casa.
Dijo con una leve sonrisa y extendiendo su mano como si le estuviese pidiendo de una manera sutil y secreta de que le tomara la mano, Arima le tomo la mano y la jalo con suavidad para poder abrazarla.
–Feliz Cumpleaños.
Dijo Touka levemente nerviosa y sonrojada, correspondiendo el abrazo.
—Gracias.
Fue lo único que pudo decir en ese momento, el hecho de que ella estuviese ahí fue mas que suficiente y mas por que ahora había alguien dentro de ella, después del abrazo la tomo del rostro y le dio un beso.
—Deberiamos ir a la sala, tu ya estuviste todo el día de pie y no quiero que te canses...
Touka solo asintió y fue con el a la sala. Al sentarse ambos estaban tranquilos, el prendió el televisor y ella se recostó en su hombro izquierdo.
—¿Tienes sueño? Puedo llevarte a la cama si....
–Arima...
Interrumpió la joven.
– Estoy bien, no hay nada de que preocuparse si tengo sueño yo iré y me acostaré o te diré que me lleves a casa.
—¿No te quedarás esta noche? Sólo te recuerdo que ed mi cumpleaños.
Dijo el mayor mirándola pícaramente.
–Tal vez me quede si dejas de mirarme así viejo pervertido...
Dijo con una sonrisa dándole un beso en la mejilla
