give me love

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El beso se tornó más pasional, la lengua de Dianna jugaba con la de lea y está mordía los labios de la rubia, haciendo más íntimo el momento.
Las manos de dianna se posaban en la espalda de lea, acariciando cada parte de está.

Lea se perdía en ese beso, se entregaba en el y en cada acción que hacía. Dianna tomo la iniciativa y se dejó caer en sillón con lea encima de ella, las manos de la morena se aferraban al cuello de la rubia, mientras que está acariciaba su trasero. Ya no había espacio entre ellas, solo pasión, amor y ternura.

Lea metió su mano debajo de la blusa de Dianna acariciando su apdomen y causando suspiros a su chica. En un moviendo ágil la rubia quedaba encima de lea empezando a bajar sus besos hasta llegar al cuello donde sabía que era un punto débil de lea, empezó a besarlo con pasión y dejar pequeñas mordidas, acompañado por un moviendo de caderas que ya ambas empezaban a imponer. La rubia siguió bajando pero la morena detuvo sus movimientos y se separó de Dianna poniéndose de pie delante de ella que ya la miraba con una cara desconcertada.

Que pasa lea? - pregunto al ver como lea la miraba profundamente.

No dijo nada, se limitó a tomar la mano de la rubia y la obligó a levantarse del sofá y continuo caminando aunque la rubia ya sabía hacia donde se dirigían

La habitación de ambas se veía ya al final del pasillo. Ninguna de las dos había hablado en el transcurso del camino, sus mentes estaban ocupadas pensando cuál sería su próximo moviendo.

Lea abrió la habitación y se introdujo en ella con Dianna a sus espaldas. Soltó la mano de Dianna y se dirigió a la cama donde de empezó a quitar la ropa de manera muy sensual ante la atenta y profunda mirada de la rubia, quedando solo en ropa interior.

Está tipa me volverá loca - pensó Dianna.

La rubia se dirigió a la morocha que ya pretendía quitarse la ropa interior.

D: Detente, esta parte me toca a mi

Lea comenzaba a besarle el cuello mientras está trataba de quitarle el sosten. Ambas estaban situadas arriba de la cama sentadas de rodillas. Una ves que Dianna logro su objetivo lea reaccionó y no pretendía que ella fuera la única desnuda en esa habitación así que empezó a desnudar ese cuerpo que ya conocía a la perfección pero que una vez fue un terreno desconocido. Ya no había palabras, solo acciones. A lo largo de su relación nunca hacía falta hablar mucho para entenderse y en ese momento no sería la excepción.

Una vez desnudas ambas, Dianna volvió a tomar el mando y se situó encima de lea acomodandose en una de sus piernas para tener mejor contacto. Seguían besándose, cada beso se tornaba más húmedo acompañado de mordidas que lea proporcionaba en los labios de Dianna. La rubia se limitaba a acariciar, jugar con los cenos de la morena. Las manos de lea recorrian el largo camino de la espalda y trasero de Dianna, dejando apretones en este y causando jemidos en su chica. Ambas ya marcaban un ritmo, un movimiento que las estaba volviendo locas y que sabían que ya no tendrían la oportunidad de sentir por mucho tiempo.

Heridas Y Promesas- AcheleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora