Abrázame fuerte... [Miku x Luka] ~ [Futa] [Descontinuada]

2. Amor fraternal.

- ¡Onee-chan, Onee-chan, despierta!

Mi día comenzó con mi pequeña hermana saltando encima de mí, casi dejándome sin aire.

- Kurumi-chan... Para, me haces daño. - Susurré, debido a que todavía no despertaba del todo.

- Oh, lo siento.

- ¿Por qué me despiertas de esta manera? - Abrí un poco los ojos.

- Tengo hambre...

- Está bien... - Suspiré. - ¿Papá y Mamá ya se fueron a trabajar?

- Sip.

- Bien, haré el desayuno, pero por favor déjame levantarme...

- ¡Ah, sí! - Se bajó de mi cama y pude ir a la cocina, para hacer el desayuno.

- Dime, Kurumi-chan, ¿Qué quieres para el desayuno?

- ¡Pancakes! - Me sorprendía cómo podía tener tanta energía incluso desde tan temprano.

- Entonces así será.

Después de unos pocos minutos de estar cocinado, el desayuno estuvo servido.

Al ver el sonriente rostro de Kurumi, supe que hacía un gran trabajo como hermana mayor al cuidar a mi pequeña hermana menor.

Después de haber desayunado, lavé los platos sucios que habían quedado.

- Ah... - Suspiré, cansada. - Jamás pensé que arreglar la cocina me cansaría tanto...

- ¡Onee-chan!

- ¿Sí, Kurumi-chan?

- ¿Me ayudarás a hacer mi tarea?

- Ah, claro que sí... Pero tengo que bañarme primero, ¿Sí?

- ¡Está bien!

Me dirigí hacia el baño de mi habitación y allí tomé un baño, luego de esto, me puse mi ropa y sequé mi cabello.

Luego de salir del baño, me acordé del trabajo de la Universidad.

- Luka-san... - Un leve sonrojo se apoderó de mis mejillas de tan sólo recordarla. - Ah... ¿Debería llamarla?

- ¡Onee-chan! - La voz de Kurumi-chan me sacó de mis pensamientos.

- ¡Espera un poco, ya voy!

Sin pensarlo dos veces, llamé a Luka-san, y en unos instantes me respondió.

- Ah, Luka-san...

- ¡Miku-chan!, ¿Necesitas algo?

- S-Sólo llamaba para preguntarte a qué horas vas a venir.

- Oh, no lo había pensado... Tal vez a eso de la una de la tarde.

- Está bien.

- Bien, hasta luego, Miku-chan.

- H-Hasta luego...

Una vez que ella colgó, mi corazón comenzaba a calmarse poco a poco.

- Ah... - Suspiré.

Fui de nuevo a la sala, donde mi hermanita me esperaba tranquilamente sentada en el sofá.

- Listo, regresé.- Sonreí. - ¿Comenzamos?

- Onee-chan, ¿Tienes fiebre? - Con una expresión de preocupación en su pequeño rostro, me miró.

- No, ¿Por qué lo dices?

- Tu cara está roja...

Maldita sea, acabo de hablar con Luka-san, ahora mi cara está toda roja...

- E-es que...