Capítulo 15: ¿Qué pasó ayer?

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Elliot

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Elliot.

¿Por qué hay tanta luz?

Mi mano se mueve perezosamente hacia mis ojos.

¿Por qué mi cabeza parece a punto de estallar?

Me remuevo en las cómodas y suaves sábanas.

La cama es tan confortable que podría jurar que morí y estoy en el paraíso, descansando en una nube. Un momento. Mi cama no es tan agradable.

¿Dónde estoy?

Lamentablemente el sonido de una alarma me despierta, haciendo caer en la cuenta de que no morí y no estoy durmiendo en ninguna nube.

Abro los ojos solo para cerrarlos instantáneamente a causa de la luz cegadora.

¿Puede alguien cerrar esa ventana?

Gruño y me estiro.

¿En qué momento llegué a casa? O siquiera me metí en la cama. Luego de la tercera copa no recuerdo mucho más.

Sé que bailé con Kendra y con Nathan... Me siento de golpe cuando algunas escenas de anoche vienen a mi mente.

No. Imposible.

Mis ojos se encuentran con una habitación desconocida. Una cama desconocida. Incluso el pijamas me es irreconocible.

Oh Dios, me han secuestrado. Nunca más vuelvo a beber.

Mis pensamientos se ven interrumpidos cuando una puerta se abre.

Mi mirada asustada se detiene en el hombre que acaba de entrar al cuarto.

Nathan. Con una toalla en la cintura. Quizás sí morí y esto es el paraíso.

Mi mandíbula cae y mi mirada también. Sigo con los ojos las gotas de agua que se pierden en la toalla.

—... Buenos días... —Escucho que murmura y me obligo a apartar los ojos de sus abdominales—. ¿Tienes hambre?

En ese momento me percato de todo.

Estoy en la habitación de Nathan, en su cama, con su pijama lo que indica que él tuvo que cambiarme. Y él acaba de bañarse...

El modelo se da cuenta de mis pensamientos y dice:

—Nada pasó, si es lo que te estabas preguntando. —Fue un murmullo a penas audible. ¿Está avergonzado o qué?

El silencio se prolonga. Ambos estamos quietos.

—Di algo, por favor. —Añade.

Pero mi cabeza es un revoltijo. Hay demasiadas cosas en las que pensar.

—Mi teléfono. —Es lo único que digo.

—He avisado a tu padre que te quedarías con Kendra. —Nathan empieza a elegir ropa de un cajón—. Y ella sabe que estás aquí, no te preocupes.

Blue. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora