Yours.

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El rayo de sol que entra por la ventana hace que me despierte. Las suaves sábanas de seda cubren todo mi cuerpo, volteó mi rostro y te encuentro a ti aún dormido "que majestuoso momento" pensé, me quede un rato allí contigo, observándote. Que guapo eres... anchos hombros, piel suave, labios dulces y tentativos. Que delicia tenerte a mi lado.

Después de unos minutos decido levantarme pero inmediatamente siento una de tus manos alrededor de mi cintura. Volteo a mirarte y te encuentro con tus ojitos achinados y una sonrisa juguetona, la cual hace que te veas jodidamente fascinante. Me recuesto a tu pecho y te abrazo, me gusta estar así contigo. Me hace bien, me hace feliz. Cierro mis ojos, posas tu mano sobre mi rostro y lo acaricias. Son tan suaves y esto es tan relajante, adoro cuando haces eso. Tomas mi mentón y haces que te mire, ambos sonreímos y posas un beso en mis labios. Nos miramos y vuelvo a besarte, y esos besos se vuelven desesperante pero al mismo tiempo llenos de ternura. Con tu mano recorres todo mi cuerpo acariciándolo y acercándome un poco más a ti. Acaricio tus brazos, recorriendo tus hombros hasta cubrir tu cuello con mis manos. Estoy sobre ti y lo que tenía, ya no está sobre mi cuerpo. Con ambas manos, acaricias mis muslos hasta llegar a mi cintura, tu mirada se vuelve tierna pero aun con su toque juguetón. Te quedas allí, mirando todo mi cuerpo, despacio y detalladamente, como si estuvieras contemplándome. Te sonreí y te dije "aquí me tienes, vida mía, toda tuya, siempre tuya".

50 cartas y el alma rotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora