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¡Freddy! —llamaba una rubia— ¡Freddy!

Sus tacones resonaban contra el piso de azulejos azules iluminados por el sol naciente.

La mañana regalaba calor y predecía mas y mas calor. Calor que se desvanece para ella.

Llegó hasta una mesa donde se encontraban nuevamente conversando, el amigo de ella y Puppet.

—Chica ¿Qué ocurre? —preguntó Freddy pausando su charla— ¿Pasó algo?

Ojos azules, como es el cielo. Reflejadando brillos de virtuosidad. Con el rostro firme y expresiones congeladas en un perfecto "Habla   que me tensas" internamente.

Cuando este se dió cuenta del porqué seguia quedandose muda, se levantó y le condujo al área personal que tenia tras la puerta del cuarto de servicios.

Su visita, pues
No era precisamente una nueva orden de una doble con parmesano, pero si una de auxilio a sus ojos agotados.

En los ojos de su amiga, tristeza era lo único que veía.

He aquí la razón.
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—¿Y bien? —Protestaba un pelirrojo al juez que tenia en frente— ¿Ya me puedo ir?.

El silencio invadia la sala.

El barbudo hombre hizo ademán de espera. Tras su escritorio, sellaba y firmaba un par de papeles en su minoría de importancia.

Chica mantenia la cabeza baja, aún con el bolígrafo entre los dedos. Levantó la vista hacia aquel documento que el juez engrampaba como siempre con poca delicadeza.

Esos papeles frescos, frágiles e indispensables, pasó a ser su perdición en el momento en que se le entregó a Foxy.

El alba del divorcio.

—Eso es todo. Ya puede retirarse, señor —Contestó el viejo imitando molestia.

El ojiambar le hecho una última mirada y con ello una mueca, no sabiendo si es de satisfacción o decepción.

Y sin previo aviso, tendió su mano a la mujer, ofreciéndole el acta.

—Guardalo tú. No quiero nada de esas cosas en mi casa.

La rubia sintió otra punzada en el pecho al tomarlas. Aunque durante toda la cita en el ayuntamiento sintió punzadas en el pecho y golpes en la cabeza.

Le dolía.

Y mucho.

Con pena vió como, el hombre que una vez la amo, atravesaba la puerta y no regresaría mas.

Mentiría si dijera que ella no lloró en el baño del lugar mas de media hora, o sí no esperó en la puerta de su casa a que él llegara con lirios para ella, como anteriormente.

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—Tranquilízate, porfavor, Chica —decía suavemente el castaño sobabando su espalda.

Ella seguía mojando con sus lágrimas saladas la camisa de su amigo, aferrándose mas a él.

En un lúcido abrazo, cual padre e hija.

—No queria que las cosas acabasen así. No lo queria. REALMENTE NO LO QUERIA, FREDDY —siguió abrazándolo hundiendo su cabeza en él, recargándose y descargándose  mientras sus caminillos de lágrimas rodaban hasta sus labios, sintiéndolos ardientes y salados— Le queria mucho, mucho...

N/A:
Ay, me salioh como cy fueze apartado dhe la iztoria.

《 Quiero acabar este libro antes de entrar a clases así que trataré de subir mas seguido posible (: 》

¿Kieren zaver khe hiso eya paá khe Fox c pongah peorr khe "en zus diaz"?

Buena noche...

Birds on the Swamp  [Freppet]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora