□6□

454 68 5
                                    

Resolviendo unos listados de egresos, mas se veia apagado y de un aura melancólica.

Sumando y sumando.

Anclado. De no ser por el recuerdo. Rememorar a su estimada era darse cien estocadas en su ser.

"Estamos solos pero a la vez acompañados" Estamos solos.

"¿Te parece, genio?"

Deseando terminar y salir de ese mundo. Para luego conducir hasta los límites y regresar dejando pasar las horas, o quizá encerrarse y seguir hablando con su anillo nupcial.

Hablar de Joy le era insano.

Pasaba la pluma entre las hojas de cálculo.

—Señor, tenemos un problema — informó uno de los cocineros. Interrumpiendolo. A lo cual Freddy agradecia internamente.

—¿Qué es lo que ocurre? —preguntó al mismo tiempo en que salia de su cubículo.

Imaginaba que se trataba de una fuga de gas, incendio en la cocina o algún cliente jocoso. Pero lo que encontró perfeccionó su rostro una mueca de incredulidad.

Un par de flores arañandose

—¡¿Qué estan haciendo?! —las regaño observandolas a pocos metros—  separense —anunció de inmediato.

Logrando únicamente mas disturbios.
Repitiendo ordenes y caso omiso en el aire.

"Eres un asco de jefe. Nadie te respeta.
Déjame esto a mi... como siempre"

Llegando hasta las dos mujeres.

Separense, ahora —ordenó Fred con mayor volumen.

Jadeantes, soltaron agarre. Fred notó en la otra chica su mejilla enrojecida, a lo cual no tardo en cuestionar.

—Ella me abofeteó —se excusó una de las atacantes refiriendose a la albina de su lado.

¿Puppet?

La miro contemplando su dura expresión, sólida como roca. Despeinada.

La mencionada asintió sin dispute.

Despedida —le susurró para después volver a su despacho.

Puppet, lo siguió hasta una pequeña y fría oficina.

—Hay una explicación a todo lo que acaba de ver, señor.

¿A sí? Pues me gustaría oírla mañana. Ahora estoy ocupado, linda.

Ella se acercó mas a su viejo escritorio.

Examinandolo rápidamente.

—Esto es una injusticia.

Fred rodó los ojos.

No lo es si leyó bien el formulario antes de firmarlo la primera vez.

—Lo demandaré.

Puppet ahora era quien aún poseia la mirada de piedra.

El opuesto la miró extrañado e incrèdulo por unos segundos, cierra sus ojos.

Ágalo. Nadie importa hoy.

Puppet captó la melancolia en esa áspera voz. El sentir el aura de preocupación o inquietudes de otras personas.

—¿Se encuentra bien? Se ve diferente.

Solo es cansancio —mintió.

Ella se cruzó de brazos mirando al suelo. Vacío suelo.

—Si yo pasara todo el dia encerrada y sentada leyendo algo insípido de seguro también estaría muuy cansada -le dijo en una mueca— Hay muchos lugares aya afuera en donde podria despejar su mente. Le vendria bien ¿No cree?

Como si hubieran lugares para olvidar lo que siento.

Esbozando una pequeña sonrisa lateral, fingió buscar un reloj en la pared.

—Usted ya me despidió, no tengo nada que hacer en todo el día. Pero si quiere yo le muestro algunos.

Él congeló su vista y movimientos procedando la propuesta.

Volteó a verla, de nuevo los luceros, focos fervientes tan claros y cálidos cual rayos del sol de verano.

Bufando dejó el lápiz que llevaba en mano.

Ya qué.
.

Birds on the Swamp  [Freppet]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora