Faded

Written In The Stars

-Adrien...¿tienes un segundo?

-Sí, espera. Te veo luego Nino -se despide de él con una sonrisa.

-Claro, tío. Hasta mañana -después de regalarle un par de palmadas en la espalda a su amigo, se aleja bajando por las escaleras.

-¿Qué me querías decir, Marin...?

-Te quiero -le interrumpe.

El rubio borra su sonrisa de inmediato, sin creerse las palabras de su compañera.

-Marinette...

-He estado enamorada de ti desde que me diste ese paraguas debajo de la lluvia. Estoy enamorada de ti desde que te escuché reír por primera vez. Yo...

-Marinette, para, yo...lo siento pero yo no...

La peliazul le interrumpe con una risa seca, sin gracia, vacía.

Torna la mirada hacia sus compañeros, alejándose. Su mejor amiga se encuentra hablando con el mejor amigo de su rubio acompañante.

-Me lo temía... Alya dijo que debías de ser idiota si no me correspondías, pero no eres ningún idiota. Yo soy la tonta. La que creyó por un segundo que quizás, que solo quizás, estarías tan loco como para ver algo en mí que fuera más allá que una simple amistad.

-Marinette, no te subestimes..., eres maravillosa y...

-¿Ves eso? -le vuelve a interrumpir-. Es el cielo estrellado, cada estrella es una vida, un sueño roto y desperdiciado. Las estrellas se encuentran muertas. Qué suerte tienen las estrellas...

El joven frunce el ceño.

-Pero..., está soleado...

-¿Y? -inquiere encogiéndose de hombros.

-Marinette, yo...

-Está bien, Adrien. Estoy...bien. No es como si no supiera ya de antemano tu respuesta.

Sus ojos se vuelven oscuros, con el mismo azul de siempre. Pero si te fijas bien, su mirada está rota. Su interior está roto. Todo en ella se rompe con lentitud.

-Quiero que sepas, que eres maravillosa y que yo...

-Sí, sí, soy una persona genial y quieres que quedemos como amigos. También me dirás que no es tu intención lastimarme y que me tienes cariño. Que te hubieras enamorado de mi de no ser que ya estabas enamorado, sí, di lo que quieras. Pero, tu rechazo hacia mí estaba escrito en las estrellas.

Y sin más se fue. Más rota que antes. Con el corazón roto. Cambiada. Con el alma fuera del cuerpo. Destrozada. Pero, al mismo tiempo, liberada.