Capítulo I. Comienzo

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Blacketiville siempre ha sido una ciudad lúgubre, una manzana podrida desde el interior, repleta de adictos y prostitutas, vagos y delincuentes menores, pero en las últimas semanas han ocurrido una serie de asesinatos, la policía no tiene ninguna idea de cómo atraparlo o si quiera estar cerca de hacerlo, los medios lo han llamado "Arlequín" ya que en todas las escenas se encuentra una sola cosa una carta, un arlequín rojo.
Mi nombre es Neithan Miller, soy un detective privado a mis 28, donde mis únicos casos son de hombres o mujeres celosos que buscan pruebas de alguna infidelidad, el negocio es lento pero es suficiente para mantener mi rutina de tabacos y whiskey.
El caso del Arlequín resulta de lo más interesante por su selección de víctimas, mujeres jóvenes de cabello rojo, a todas les rasga una sonrisa y les pinta la cara, las ha dejo semidesnudas, con cortes en el cuerpo y colgando como si fueran algún tipo de títeres, eso es todo lo que la policía ha dado a conocer.
Por otro lado el negocio de las rameras está en escases, temen ser la siguiente, sean morenas o rubias con temor a que cambie sus gustos.
Me encontraba en mí oficina, ya era tarde, el sol ya se había ocultado hace algunas horas, al igual que la mayoría de la gente de por aquí, irónicamente la ciudad nunca fue más tranquila.
Una sombra apareció en la ventana de la puerta, y al mismo tiempo desparecía y volvía aparecer, alguna pobre alma temerosa de entrar o un adicto teniendo un mal viaje.
-Pasa de una vez o lárgate de aquí- Exclame con una voz ronca.
Una mujer abrió la puerta, estaba cubierta por una capucha, ocultaba su cabello por obvias razones en estos días, tenía puestos unos grandes lentes oscuros, se le notaba ansiosa.
-Usted es el detective Miller ¿cierto?
-Y usted es una mujer, dejémonos de preguntas obvias y vaya directo al grano- Tomé un largo trago a un vaso de whiskey ¿Quién es su esposo y que lugares frecuenta?
-¿Esposo, de que habla?
-Viene aquí para ganar alguna demanda y necesita pruebas ¿no es así?
-No, no vengo por eso. Mi hermana lleva desaparecida un tiempo y ella es una mujer de cabello rojo- Dijo al mismo tiempo se quitaba los lentes y tomaba asiento.
-Si está desaparecida y su cabello es rojo como dice, es probable que aparezca en el periódico en unos cuantos días.
-¡No puedes decir eso como si nada!- Sus ojos comenzaron a humedecerse, su labio inferior no dejaba de temblar.
Sabía que sería una pérdida de tiempo pero el negocio no andaba lo suficientemente bien y lo más importante es que el whiskey comenzaba a faltar.
-Lo lamento señorita, discúlpeme, estoy dispuesto a tomar su caso, con viáticos incluidos, pero no le aseguraré nada- Le ofrecí un cigarrillo para calmar sus nervios.
-Muchas gracias Sr. Miller, le daré toda la información que necesite, y por cierto mi nombre es Karol, Karol Davis- En su rostro comenzó a dibujarse una sonrisa.
-Dígame ¿Quién es su hermana y cuando fue la última vez que la vio? ya sabe lo usual.
Después de un rato de hablar con Karol mencionó que se quedaría en un departamento al final del corredor.
Esa misma noche comencé a reunir algunas pista que me pudieran servir, el único patrón obvio era la edad y color de cabello de las mujeres que solo eran encontradas cuando era demasiado tarde, esperaba que ese no sea el caso de Megan.
A la mañana siguiente desperté encima del escritorio, fui hacia la cocina para preparar una taza de café, después me dirigí hacia el armario para cambiar de ropas, tomé una camisa negra y un pantalón de vestir beige, junto con unos mocasines negros.
Al terminar me dirigí hacia la cocina nuevamente y prepare una taza de café, le di un sorbo y me di cuenta que le faltaba algo, un poco de whiskey, claro.
Ya estaba listo para salir, tome mi sombrero, mi gabardina café y mi revolver magnum 44 -Una belleza- La coloqué en mi cinturón y salí del despacho.
Al llegar a la acera la luz comenzó a tomar factura a mis ojos por estar tanto tiempo en la oscuridad, cuando mis ojos se acostumbraron a la luz pude ver a Kristen trabajar desde temprano en su esquina habitual buscando algún pobre diablo a quien darle un rato de placer.
Tome uno de mis cigarrillos "soplido fugas", los coloque en mi bolsillo derecho de la camisa y camine hasta Kristen.
-El negocio va mejor desde que no tienes tanta competencia.
-Tan elocuente como siempre.
Kisten era una mujer hermosa, rubia de 25 años, de una estatura promedio, era una lástima que no pudiera hacer algo mejor con su vida.
-Me alegra que sigas bien- Lo decía con sinceridad, me preocupaba por ella, era como una extraña amiga.
-Neithan, amor, sabes que puedo cuidarme sola y si te necesitara siempre estarías para mí y si me necesitas sabes que estoy para ti, gratis- Dijo lanzando un beso al aire y un giño el ojo.
Debo admitir que he sido tentado más de una vez por sus encantos y he caído en algunas ocasiones, pero esta no lo era tenia trabajo que hacer, seguí caminando en busca de algún periódico. Recordaba que Karol dijo que Megan era una modelo de lencería, en otras palabras su trabajo era una incitación para el arlequín.
Al no encontrar ningún puesto de periódicos llame un taxi y le pedí que me llevara a la agencia de modelos "Ángeles glamorosos".
Cuando llegue a la agencia note demasiada seguridad, más que en cualquier banco que haya visto, para mantener a las modelos seguras en estos tiempos supuse.
La recepcionista era una mujer mayor que parecía tener un mal día o simplemente así era su cara.
-Buen día linda, soy el detective Miller y estoy aquí en busca de información acerca de Megan Davis.
-Detective Miller, buen día, la señorita Megan no ha venido a trabajar en días y nadie sabe nada de ella- A ella le importaba tan poco mi presencia que ni siquiera me miraba
-Pero no puedo decirle nada, seguramente sabe más su amiga Jessica si pueda- Señalando a una mujer rubia en un cartel de lencería detrás de mí.
Tome informes de la tal Jessica, no se encontraba en el edificio, tenía una sesión de fotos en el parque hoy por la tarde, antes de irme deje el número de mi oficina con la recepcionista. Me puse en marcha hacia el parque, cuando salí de las instalaciones encontré a un vendedor de periódicos, compre uno para poder leer el espectacular, "5 mujeres más desaparecidas ¿Arlequín?" Dije en voz baja, casi para mis adentros:
-Una de ellas podría ser Megan.
Un estruendo llamó la atención de todos en la calle, en un edificio cercano comenzaron a caer grandes pedazos de cristal de una ventana en la parte superior, al había quedado suspendido afuera de ella. Decidí darme el lujo de ir a investigar al lugar.
Entrar al edificio fue fácil todos habían evacuado, cuando llegué al piso de la escena se encontraba completamente a oscuras con papeles en el suelo y sillas patas arriba, podía ver algunas cuerdas que iban hasta la ventana, cuando me acerqué al borde de ella pude ver lo que estaba sujeto a las cuerdas, el cuerpo de una chica, retrocedí unos pasos por la impresión, volví a mirar con más detalle esta vez, la pobre chica estaba completamente llena de cortaduras, su cuerpo estaba pálido, algo que más llamo mí atención es que ella no tenía ojos, el periódico nunca había anunciado algo así, solo ese detalle era nuevo, tenía puesta algún tipo de lencería.
Pude observar que tenía un sobre negro en la mano atada por un listón rojo, hice a un lado los vidrios del suelo para poder agacharme y tomar el sobre. En el sobre solo estaban escritos unos números y dos letras. "11, 08, 09, 30, SD"
Unos pasos sonaban a lo lejos, demasiados diría yo, -¿la policía?- pensé. La puerta se desplomo y detrás de ella una cortina de un humo denso que comenzaba a entrar, un pequeño escuadrón tomo posiciones en diversas partes del lugar, ¡ARRIBA LAS MAÑOS! Exclamo uno de ellos. Guarde el sobre en una de las bolsas de mi pantalón rápidamente y gire.
-¿Neithan? ¿Qué carajos haces aquí?
-Me alegra ver que la policía llegara tan rápido. El gran jefe de policía Roger había llegado.
-Estoy aquí por un caso, la hermana de mi cliente está desaparecida y teme que sea una más del periódico.
-Me importa un bledo tu caso, y ¿hace cuánto que estás aquí?, ¿No has tocado nada cierto?- Casi me fue imposible prestarle atención por su estúpido bigote canoso que lo hacía parecer como un zorrillo.
-Roger por favor amigo, te prometo que no tocare nada, solo déjame reunir algunas pruebas y las compartiré contigo.
-¡Lárgate antes de que te acuse por obstrucción de la justicia!- fueron las últimas palabras que oí antes de que 2 policías me sacaran del lugar.
Ya estando en las escaleras de servicio, procedí a tomar el sobre negro. Dentro de él se encontraba una hoja negra con una frase escrita en color blanco.

El arma de cualquier mujer son los ojos.
Esa es la razón por la que los despojo de ellos.
Les otorgo una gran sonrisa.
Las hago bailar como las brasas.
Elegidas por la pasión que demuestran.

-¿Ojos? ¿Despojar? ¿Le quito los ojos solo porque eran hermosos? Y ¿Qué son eso números en el sobre?- Estaba trastornado, la nota no era nada confusa, era solo una carta que escrita por un psicópata.
Necesitaba un respiro y por un respiro me refería a un trago, nunca salía de casa sin mi nalguera, la tome de mi bolsillo derecho del pantalón y le di un gran trago.
Espere fuera del edificio esperando a Roger, necesitaba saber si la chica de hace unos momentos era Megan, después de unas 2 horas por fin salió, me acerque hasta donde se encontraba Roger para hacerle unas preguntas que tal vez podrían ayudarme.
-¿Saben quién es la chica?
-No sabremos quién es hasta que el forense la examine- Su mirada era vacía.
-El nombre de la chica que estoy buscando es Megan Davis, si sabes algo de ella sabes dónde llamar.
La espera fue en vano, pero aún tenía un misterio de que resolver, los números en el sobre y la última frase de la carta "elegidas por su pasión" seria que todas sus víctimas eran mujeres de la noche. Si alguien podría decirme algo era Kristen.
Cuando llegue a los departamentos pude ver una corbata roja colgada en el apartamento 206 la oficina de Kristen, desde fuera se podía oír que lo estaban pasando bien, seguí caminando hasta el 209 el departamento que alquilaba Karol, no había ninguna luz o sonido de ahí, supuse que aún no había llegado.
2 minutos después de mí llegado un hombre robusto con un portafolio salí de la habitación de Kris, parecía que llevaba prisa, salió con la cremallera abajo y acomodando su corbata y abotonando la parte superior de su camisa, se fue con tanta prisa que olvido limpiar el labial de su cuello.
Toque la puerta de Kris, no contesto pero eso no me detuvo de entrar, camine hasta la sala y tome asiento en el sofá, me puse cómodo, tome mi nalguera y otro largo sorbo, su sala era completamente roja, con las cortinas cerradas, había mucho desorden, seguramente se la pasaron muy bien, al fondo de la sala se alcanzaba a ver una luz, me levante del sofá y camine hasta ella, en cuanto más me acercaba podía oír el sonido del agua cayendo, toque la puerta del baño y dije -Soy Neithan, necesito un favor- No escuche respuesta alguna pero si l secar del agua. Segundos después Kris salió del baño envuelta en una toalla blanca, en su rostro se dibujaba una mueca, el cabello le cubría parte de la cara pero aun veía su ceño fruncido.
Ambos caminamos hasta la sala, yo tome asiento en el sofá y ella se acomodó frente a mí sentándose en una pequeña mesa. Le pregunte acerca de sus amigas, si alguna estaba desaparecida, contesto con seguridad que ninguna de sus amigas se encontraba en peligro, no conforme con su respuesta le comente acerca de la carta que había encontrado, y el contenido de ella y le conté como le había obtenido, al igual que yo quedo sorprendida.
No esperaba que me diera una respuesta exacta de su significado pero esperaba obtener alguna idea, otra perspectiva.
-Cariño no has pensado en lo más obvio de los números.
-¿Lo más obvio dices?
-Cualquier persona que haya leído un libro o visto una película de terror sabe que esos números son fechas- Dijo con un tono burlón y una sonrisa en su rostro.
Era probable que Kris tuviera razón, esa idea pasó por mi mente pero no creí que fuera así de simple, 11, 08, 9, 30, S, Agosto, 11 y una hora, pero que era esas letras, ¿El lugar?, era 08 de agosto tenía tiempo para descubrir su significado antes de que algo más pasara y sabía que no podía ir a la policía, sabrían que tome el sobre y podrían arrestarme.
El día ya había acabado, ya me encontraba con mi departamento, las únicas pistas eran esas, el sonido del teléfono interrumpo el silencio.
-¿Neithan?
Era Roger, tenía informes del cuerpo.
-La mujer que encontraste no es la chica que estás buscando- Aliviado suspiré - El nombre de la mujer era Elisa.
La agradecí y colgué inmediatamente, me dirigí hacia la cocina y tome la botella, camine hasta mi cama y bebí hasta perder la conciencia.

El Arlequín CarmesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora