All Pieces of the Break Evaporate[SuChen][TRAD]

PARTE III

Los últimos días del mes de marzo y la mayor parte del mes de abril la pasan en una neblina del florecimiento de la primavera, perros hiperactivos ansiosos de excretar y la sonrisa de dientes blancos de Junmyeon.

A pesar de la presencia de las catorce criaturas es difícil, hacen que sus salidas funcionen. Cuando el sol está especialmente brillante y el calor se vuelve demasiado abrumador para sus cuerpos desgastados por el invierno, es que van a comprar un helado. En otras ocasiones sería tteokbookki o papitas fritas. Ellos nunca caen en momentos de incómodo silencio, siguiendo siempre un tema de conversación cuando el otro muere.

Una vez estaban pasando por una tienda de ramen, un anuncio animado promocionando el lanzamiento del nuevo Galaxy Samsung S7 pegado a la vidriera; ellos tropiezan con el tema de los sueños de infancia.

"Yo quería ser el CEO de Samsung", recuerda Junmyeon. "Soñé grande"

"Solía soñar con ser cantante", Jongdae dice con melancolía.

"Cántame algo"

"De ninguna manera" se niega.

"¿Solo un poquito?"

No hay manera en que pueda negarse a su sonrisa, y así decide cantar. La única canción que se sabe de memoria en esos instantes es el OST de Descendants of the sun y la canta, esperando que JunMyeon no le pregunte por qué se la sabe tan bien.

No lo hizo gracias a Dios.

En algún lugar en el correr de los meses, Jongdae entiende que esto debe ser lo que es enamorarse. Nunca quiere que termine, pero todas las cosas buenas con el tiempo lo hacen, y antes de que se dé cuenta, Jongin ya está dejando las muletas. Su pierna está casi nueva, y él está corriendo por el lugar para abrir la puerta en pocos segundos.

Jongdae sabe que debería estar feliz por su amigo y aliviado de ya no tener que lidiar con los perros por más tiempo, pero parte de él ha crecido unido a ellos. Y tal vez que ha crecido un poquito más su compañerismo.

No puede ocultar su decepción cuando Jongin lo detiene antes que abandone a Monggu, Jjanggu y Jjangah, y le dice que su tobillo ya está curado y puede cubrir el trabajo de sacar a pasear a los perros de nuevo.

"Gracias por la ayuda, te debo una grande"

Jongin no suele ser muy atento, y todos los corazones que ha roto, sin saberlo, en la escuela secundaria son fundamento de ese hecho. Pero conocer a alguien durante ocho años y hacer frente a todos los incidentes que la juventud había traído, lo hace suspicaz hasta cierto punto. Así que cuando Jongdae vacila y responde apenas un segundo después con una voz indicando un pequeño indicio de apagado, lo descubre.

"Finalmente, estaba empezando a pensar que estabas abusando de mí", bromea Jongdae.

"Jongdae-ah, debes hablar con él"

Jongdae parpadea "¿Qué?"

"No te hagas el tonto. Tu sabes de lo que estoy hablando"

La seriedad es un poco extraña en su amigo. Se tira el rostro en todas las direcciones, se refleja una mueca distorsionada y físicamente dolorosa al ver la expresión de dolor en el rostro de Jongin.

"No puedo" suspira. "No quiero arruinar lo que tenemos. Ni siquiera sé si él se siente de la misma manera"

JongIn se arruga aún más— Jongdae no sabía que eso era posible— como si tuviera un millón y un cosas que gritarle, pero está tratando muy duro de formar una frase de forma coherente antes de que él de rienda suelta a su rabia con el hombre.