La llama azul

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Tragué saliva, estaba literalmente ante un monstruo; la madre bestia.
Su cuerpo rebosaba energía y solo con mirarla un escalofrió recorría mi cuerpo.

Vamos Sun, déjate de tonterías - pensé

Confiaba en mi equipo pokemon, y confiaba en Lylia. No podía dejar esto así.
Me dispuse a sacar una de mis pokeball mientras una sonrisa se forjaba en mi cara. Samina, la madre bestia; sacó una ultraball liberando a uno de sus pokemon, envuelto en la energía de un pokemon dominante.
Esa energía.. Todo un equipo pokemon dominante a manos de una de las entrenadoras mas fuertes de la región y con un gran deseo destructivo, casi parecía una pesadilla.
Solo miré a Lylia, su rostro delataba sus deseos de llorar, la situación sería muy dura para cualquier persona

No debo perder.

No puedo perder.

No perderé, por ella.

Mi propio corazón se envolvió en un halo de poder z, saqué el poder de mi alma y con todo mi esfuerzo, fui capaz de derrotarla. Fue muy duro, su equipo pokemon es magnifico y ella como entrenadora también, parece que su estado no negaba sus dotes para el combate.

Samina comenzó a gritar, su locura era extrema, cerró uno de sus poderosos brazos, dispuesto a golpear a Lylia. Esta se quedó paralizada. Solo esperó a sentir aquel golpe.

Mi cuerpo se movió solo, salí corriendo hacia Lylia y me interpuse entre ella y aquella especie de tentáculo.

AAAARGH!

Grité doloridamente.
El golpe me hizo volar un par de metros y estrellarme con una de esas extrañas columnas del ultraespació.

Lylia soltó un grito desesperado con una fuerza que jamas había visto.
Seguro que si no hubiese estado tosiendo sangre, habría apreciado como ese grito era de preocupación hacia mi.

Lylia se levanto con la cabeza baja. Cerraba sus puños con fuerza y gritó decididamente..

Lylia: ¡SOLGALEO! ¡METEOIMPACTO!

Como si de una entrenadora experimentada se tratase, Solgaleo apareció de su espalda y realizo el movimiento que le había ordenado, un poderoso movimiento que dejo tumbada a Samina.

Samina se levantó con una sonrisa de locura, me aterraba la idea de que aguantase también un golpe tan fuerte, pero Nihilego fue el que la protegió..
Nihilego no aguanto el golpe y regresó a su ball dejando a Samina en su estado original.

Lylia salió corriendo al encuentro de su madre, semi-inconsciente.

Narra Lylia

De nuevo, me encontraba ahí.. Quieta.. Paralizada.. Observando como Sun se encargaría de todo.
En su cara veía como el combate se hacía difícil. ¿Por que Sun?¿Por que haces esto?¿Por que haces esto por mi? No podía entenderlo.. Simplemente no podía..

Le he causado tantos problemas.. Mejor dicho, le he introducido en mis propios problemas.. Yo..

Yo solo.. Me siento fatal, De no ser por mi es posible que Alola en estos momentos estuviera aclamando al primer campeón de la liga..

Mientras miles y miles de pensamientos de culpa y remordimiento me atacaban sin cesar, Sun logró acabar victorioso el combate de nuevo.

Lylia: Lo lograste.. De nuevo.. - Dije mientras una pequeña lagrima recorría mi mejilla.

Sun soltó un suspiro, acto seguido escuche un berrido proveniente de esa masa de locura y poder.
Estaba apunto de golpearme.. Mi propia madre.. Sabiendo perfectamente que ese golpe podría matarme..

Volver a verte - Lylia x SunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora