Ofelia

Ben

28-12-16

Ya sé que es una estupidez. Pero eso me dolió. Mucho. Por primera vez en mi vida tenía una amiga. Alguien a quien de verdad le importaba. Y de repente me dice que quiere irse de aquí. Soy un egoísta, lo sé. Habías dejado atrás a tu familia, a tus amigos Es normal que quisieras volver. Pero supongo que una gran parte de mí quería oírte decir no, no echo de menos España. Prefiero estar aquí, contigo. Me quedaré aquí para siempre. Solo por ti. Supongo que tenía miedo a quedarme solo otra vez, y la verdad es que todavía sigo teniendo miedo.

20-7-16

-Te llamé ayer- le digo mientras que remuevo mi granizado. Ella levanta las cejas, en señal de sorpresa.

-¿Me llamaste?

-Sí, pero no estabas en casa.

-Fui con mi padre al centro comercial. Me faltaba ropa. Y me compré unas sudaderas. Muy bonitas. Otro día te las enseño- dice sin mirarme a los ojos. Luego agarra rápidamente su batido y bebe. Esperando que me crea sus mentiras.

-Mientes fatal Ofelia.

-¿Qué? No miento, ¿por qué iba a mentir? - dice riendo nerviosamente.

-No lo sé, dímelo tú, ¿por qué mientes?

-Te he dicho que no miento.

-Ofe, soy tu mejor amigo. No tienes por qué mentirme. Puedes contarme cualquier cosa.

Esta vez sí me mira. Respira profundamente y se decide a hablar.

-Fui con Ben y sus amigos al parque.

Vale, ahora entiendo por qué no quería contármelo. Odio a Ben. Odio a sus amigos. Y odio que Ofe pase tiempo con él.

-¡¿Ben?!¿Otra vez?

-Sí, ya sabes que me cae bien. Iban a dar una vuelta, me invitaron y yo no tenía nada que hacer. ¿Qué problema hay?

-No me gusta ese tío.

-Porque no le conoces. Si vinieras con nosotros...

-¡No necesito conocerle!- grito sin dejarle terminar- sé cómo se divierten él y sus amigos. ¡Sé que fuman y beben!

-No hacen solo eso Samuel. Además, ¿qué más da que lo hagan?

-Pues que tú también lo acabarás haciendo.

-Nos conocemos desde hace mucho tiempo Samuel. Deberías de saber que yo no hago esas cosas.

-Sí, claro- digo volviendo los ojos.

-¡Por esto no te lo quería contar Samuel!¡No puedo hablarte de otros amigos sin que te pongas celoso!

-¿¡Celoso yo!? Eso sí que es bueno- digo entre carcajadas falsas.

-Cada vez que te hablo de Ben te enfadas.

-No me enfado, ¡me preocupo! No quiero que te juntes con Gentuza.

Ofe se levanta de golpe y pone violentamente sus manos sobre la mesa.

-¡Si te importase me acompañarías! Irías conmigo y no me dejarías sola con esa gentuza- dice remarcando con los dedos las comillas- ¡Pero no te importa lo que me pase!¡Lo único que te importa es que no haga más amigos! Pero te diré una cosa, ¡no voy tener un solo amigo durante toda mi vida porque a ti te dé la gana!

Me fulmina con la mirada, esperando una respuesta. Pero yo solo miro hacia el suelo. Tiene razón, soy un asco de amigo.

-¡Di algo!- me exige.

Me encantaría poder decirle que se equivoca. Que claro que me importa. Más que nada en el mundo. Y que estoy celoso, ahí tiene razón. Pero no es porque no quiera que haga más amigos. Es porque me asusta que prefiera a ese tal Ben antes que a mí. Sé que un día se apartará de mi lado, se echará un novio deportista y estúpido y se olvidará de mí. Lo tengo asumido. Pero no quiero que ese día llegue ya.

Me encantaría poder decirle todo eso. Pero no puedo.

-¿Y bien?- dice acercándose- ¿No dices nada?

-Te equivocas- susurro.

-Por supuesto. Siempre me equivoco yo- dice antes de irse.