Primera Cita

231 12 2
                                    

Ella se había despedido de todos aproximadamente 20 minutos atrás y se había ido con Tere.
Así que ahora era mi turno de hacerlo. Me fui despidiendo de cada uno, y salí rumbo a mi primera cita con ella, con la mujer de mis sueños, y que por fin hoy sería completamente mía.

Llegue a nuestro lugar de encuentro, apague el auto, y me quedé un momento ahí, pensando, tome un poco de aire para poder calmarme un poco y sonreí. Si sonreí como un adolescente enamorado, ella provocaba ese estado. Si hace un tiempo atrás alguien me hubiera dicho que me iba a enamorar de una compañera de trabajo y amiga me le hubiera reído en la cara. Y ahí estaba yo, un hombre ya maduro con media vida recorrida, enamorado locamente de la mujer más hermosa y maravillosa que vi en mi vida.

Tome las dos rosas que le había comprado y subí al apartamento 17 donde era nuestra primera cita.

Cuando abrí la puerta, ella estaba junto a la ventana mirando la tranquila noche, esta serena, hermosa podría describirla toda una vida si fuera necesario.
Ella no se movió, yo dejé mi campera sobre un sillón y camine hacia ella, la abrace por la cintura con una mano y con la otra le mostré las rosas, ella sonrió ante aquel gesto.

-Son hermosas (me dijo con su dulce voz)
-Pero no como vos ( le contesté y la gire para que nuestros rostros se encontrarán)

Nos quedamos mirando a los ojos unos segundos, hasta que ella acortó los pocos centímetros que nos separaban y me dio un suave beso que casi rompe todo el autocontrol que venía teniendo.
Se alejó un poco para verme y empezó a sonreír de una manera un poco nerviosa.

-Estas bien mi amor?(le pregunté apoyando mi mano en su mejilla)
-Demasiado bien, estoy feliz. Y te amo!

Lo que dijo toco cada fibra de mi ser, y el autocontrol salió disparado por cualquier sitio, la tire de su brazo y la pegue a mi cuerpo y comencé a besarla de una manera apasionada, entregándole mi alma y cuerpo.

Con una de mis manos agarre su cintura y con la otra su cabeza, me está volviendo loco. Ella me devolvía los besos con la misma pasión que yo se los dabas.
La ropa empezó hacer un esterbo entre nosotros, necesitábamos más.
Ella empezó a desabrochar los botonos de mi casa lo más rápido que pudo y me quito, y empezó a acariciar mi espalda.
En la habitación solo oía el sonido de nuestras respiraciones aceleradas y algunos gemidos que escapan de su boca.

Le levante si remera y muy lentamente se la fui sacando, y comencé a tocarla sin prisas, deleitándome con cada centímetro de su piel. Tenía un cuerpo maravilloso y estaba echo a mi medida. Comencé q bajar mis besos por ese cuello que siempre me volvió loco, ella tiro su cabeza para atrás para darme libre acceso a el, sus gemido me estaban haciendo llegar al limite. Seguí besándola hasta llegar a sus gloriosos pechos, me detuve medio segundo, le desabroche el brasier y fue la gloria mia. Levante mi mirada y nuestros ojos se encontraron.

-Sos hermosa mi amor
- Haceme el amor Juan

Esas 4 palabras fueron mi perdición y no aguante más.
La abrace y nos fundimos en un beso hambriento y la fui llevando hasta la cama, cuando chocamos con ella, la fui recostándola de a poco y me subí sobre ella equilibrando mi peso para no aplastarla.

Lo que quedaba de ropa fue desapareciendo hasta que quedamos completamente desnudos.
Y muy lentamente empece a entrar en ella y era como estar entrando en el paraíso, era un placer que me dejaba sin aire, estar haciendo el amor con esta mujer era estar tocando el cielo con las manos.

Intenté tener el ritmo lo más pausado y lento que fuera posible, quería que los dos recordáramos nuestra primera vez como lo más maravilloso que nos había pasado.
Pero los gemidos de ella y sus caricias están nuevamente haciéndome perder el poco control que me quedaba.

No podía dejar de mirarla y ver cómo su cara iba cambiando a medida que el placer iba aumentando. Estaba totalmente perfecta toda exictada. Sus ojos desprendían un brillo único, me acerqué para besarla, ella enredo sus manos en mi pelo y me entregó un beso lleno de promesas.

En un movimiento ella empezó a tener control sobre la situación y se colocó encima de mí y empezó a moverse de una manera que me estaba llevando a la cima y sin retorno, nuestros cuerpos tenían un ritmo único y era como si nos conociéramos de toda la vida y lleváramos años entregándonos.

Me miró a los ojos bajó su cabeza me beso y me susurró un te amo, y sus movimientos comenzaron hacer más rápidos, la escuche gemir de una manera loca, y gritar mi nombre y eso fue suficiente para que me unirá con ella en el climax.

-Te amo Juan (volvió a repetirme mientras se tumbaba en mi pecho)
-Yo también te amo.  

ME ENAMORE DE TI 🖤Where stories live. Discover now