—¡Hey! Tranquilo muchachón, ayer me dejé llevar y bueno... sabes lo que haces, pero no puedo hacer esto. No contigo y no aquí.
—Woo, me miraba perdido— obviamente estaba confundido—quién no lo estaría, si nuevamente te dejan en pleno acto con una enorme erección y sin más explicaciones...
—Lena, se que quieres... se te nota.
—No se trata de eso, guapo, el caso es que ahora trabajo aquí, no te conozco bien y nisiquiera traigo protección... todo conspira para que NO LO HAGAMOS...
—Te comportas como una niña.
— Oh, noticia de último minuto querido, soy una niña —respondí irónica.
—Me refiero a una niña pequeña, ¿Tienes miedo?
—¿De tí?
—De lo que te puedo hacer sentir, quizas...
No lo sé, no lo había pensado así, además insisto. No nos conocemos cariño esto está mal en muchos sentidos.
—¿Acaso piensas llegar virgen al matrimonio?
No pude evitar reír ante su ocurrencia, —estoy casada— contesté sólo para ver su reacción.
Wooyoung soltó su agarre, palideció e hizo una reverencia para pedir disculpas. En ese orden...
Me mantuve seria lo que más pude hasta que estallé en carcajadas para aclarar que era broma, el color volvió a su rostro inmediatamente—estás loca, eso me gusta—me confesó.
Debo irme, nos vemos mañana o uno de estos días, espero que estés bien Jang Wooyoung.
—No te me escaparás, mariposa.
Hice una seña con la mano como despedida y me fuí, sin mirar atrás, mis labios inchados delataban lo sucedido en la sala de ensayos. Wooyoung era dinamita pura, fuego abrasador y no quería quemarme, al menos no por ahora...
Llegué a casa y un delicioso olor invadió mis pulmones, Yura hizo pasta, eso significa que de una u otra forma se enteró que obtuve el empleo.
—¡Estoy en casa! Me apresuré a decir mientras cruzaba el pasillo...
No habían rastros de mi amiga en ninguna parte, una nota llamó la atención en ella estaba escrito:
"Sweet heart; Supuse que obtuviste el empleo, cociné pasta para celebrar, pero Jojeong se enfermó y tuve que acompañarlo al hospital, —me preocupé— nada grave—me relajé— sólo es fiebre pero prefiero prevenir... La cena está en el horno, come por favor, no llegaré a casa hoy. Asegurate de cerrar todo cuidadosamente y ¡FELICITACIONES!, te quiero💙"
Llamé a mi amiga para verificar que todo estuviera bien y así era, Jojeong estaba dormido y le dieron reposo, había sufrido agotamiento, debido a la sobrecarga laboral. Yura estaba cansada, pero bien. Después de comentarle todo con lujo de detalle, quedamos en hablar en persona cuando vuelviera a casa.
Más tranquila, sabiendo que mis amigos estaban bien, me dirigí a la cocina en busca de la cena.
¡Oh deliciosa pasta! Yura si que sabe hacerme feliz— me dije a mi misma— porque si lo olvidaron, carezco de vergüenza y acostumbro hablar sola. Tomé un baño y me dispuse a realizar un plan de acción cuando sonó mi celular, era un mensaje de un número desconocido.
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