4.

Ayer al verte entrar a mi casa tenía cierto aire de desconcierto pues aún no te conozco bien y tienes cara de secuestrador maniático. Solo tocaste y mi madre te abrió, no sabía porque. Entraste y me dijiste hola, te ignoré y seguí mirando el televisor, tenías algo en la mano, creo que comida. Mi mamá te guió hacia la cocina y habló contigo. Luego de unos minutos saliste y te despediste de mi madre y de mi. Nuevamente te ignoré. Quiero saber para qué fuiste a mi casa ayer.

Con odio, una confundida Primrose.

Cartas a mi odioso amor secreto.Where stories live. Discover now