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Eden:

Quería contarte que esa noche efectivamente Mark fue a ducharse.

Mark.... no quiero que te enfades— dije entrando en la ducha, lo miré detenidamente, era precioso por dónde lo miraras.

Divisé tres tatuajes en él, el primero lo tenía en la parte baja de su brazo, traía una frase en inglés, la letra era cursiva y pequeña.

La segunda se situaba en la línea del cuello extendiéndose hasta su hombro, traía una fecha en números romanos.

Me miró.

¿Qué pasa?

Jamás noté lo guapo que te habías puesto en estos años.

Si claro...

Me volvió a revisar con una mirada tímida.

¿Oye no saldrás? quiero ducharme tranquilo.

¿Te pongo nervioso? recuerda que tenemos lo mismo, no tienes porque avergonzarte.

Se eso, es que estoy en desventaja, estoy desnudo ante ti y con esa ropa.

Me la quito si quieres—lo mire con malicia, adoraba verlo sonrojado—¿que te parece?

Me parece que te falta una ducha.

Se aproximó a mi metiendóme dentro de la ducha, mojándome cada centímetro de la ropa.

¡Hijo de...

Me besó, pero sólo como Mark lo hacía, inocentemente, sin segundas intenciones ni pensamientos sucios.

Eres tan adorable Kyle, que te juro que si no fuera porque no quiero salir lastimado hace tiempo hubiera tratado de enamorarte...

¿Por qué nunca lo hiciste Mark?...
Ayudáme a olvidar a Eden...

esto ya no es amor ─ 𝗴𝗮𝘆 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora