esto ya no es amor ─ 𝗴𝗮𝘆

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Eden:

—Bueno-suspiré—él era muy detallista, aunque no lo notaran—sonreí—recuerdo perfectamente el día de mi cumpleaños, nadie lo recordó, todos estaban por Kim y yo los miraba.

...

—¡Felicidades ya estas vieja!—oía las risas de todos por ahí, reunidos alrededor de mi hermana, su larga y negra cabellera como siempre caía elegantemente por su figura perfecta.

Suspiré.

—Qué ni al caso que me recuerden a mi—sentí una presión en el pecho, no quería derramar putas lágrimas.

—Vamos—sentí que alguien me jalaba del brazo.

—¿Pero qué?—miré a esos ojos verdosos opacos no sabia dónde íbamos pero tampoco tenía ganas de saberlo.

Salimos del edificio nos montamos en su automóvil.

—¿Dónde vamos ancianito?

Él me volvió a revisar con la mirada.

—Duerme, tardaremos en llegar y no quiero oír tontos reclamos de tú parte Kyle.

—Mierda, ¿qué no puedes ser un poco más... nosé, ¿sensible?—me miró sin ninguna emoción en su rostro—igual te quiero Eden.

Ni quería discutir, sólo me dormí. Luego de quizá unas esternas horas desperté, sentí una de sus manos posadas sobre mi pierna, él nunca hacia eso, fue la primera vez.

—Despierta, Kyle— oír su voz me traía tanta paz, amaba cuándo decía mi nombre, o sólo que me mirara hacia que me volviera un completo imbécil.

—¿Dónde estamos Eden?

—Bajate, vamos a la casa.

Caminamos un poco, yo lo miraba, iba detrás suyo, cada pequeño movimiento que daba era perfecto en sí, me miro sobre su hombro, sabia que yo lo observaba, me sonrojé.

—Cierra los ojos

—Si me piensas asesinar no me pidas el vendarme.

—No pienso hacer eso tonto... sólo hazlo.

Lo hice, daba pasos torpes pues no conocía el lugar, en una de esas casi caigo y el me sujeto de la cintura, levanto un poco mi remera, el contacto de su cálida mano con la mía hizo que mi cuerpo de estremeciera.

—¿Cuándo llegaremos Eden?—chille estaba muy nervioso—¿Eden?

—Abre los ojos Kyle.

Estábamos en la playa, las olas chocaban con la arena, el sonido paralizante del océano, la brisa.

—Ven.

Eden me llevo hasta una casa que daba al mar, allí habían velas, comida y un pastel.

—Feliz aniversario Kyle.

Volteé a mirarlo y tenia un brazalete en su mano. Lo miré y se me llenaron los ojos de lágrimas, rápidamente me las seque.

—G...gra...

Mis cuerdas vocales me fallaban, no podía emtir un sonido, el me aproximó a su cuerpo, podía sentirlo, su respiración tranquila, los latidos leves pero rápidos de su corazón.

—Pensé que lo olvidarias cómo todos Eden...

—Yo no soy "todos" y ¿cómo olvidaría el día en que nació la mayor escoria del mundo?

—¡Oye! es mi aniversario no el tuyo.

—Hmp... molesto.

—Te quiero.

El me miró.

—No necesitas decirlo.

—Pero quiero...

—Vamos pequeño, disfruta de tú día...

Fue sin dudad el mejor día de mi vida....

Recordarte hace que me enamoré de ti Eden...

¿Porqué?