1 Cuando Todo Comenzó

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No les ha pasado ¿Qué en ocasiones sueñan algo que simplemente no pasará?, pues a mí siempre me pasa, siempre tengo el mismo sueño una y otra vez... Simplemente es algo que no puedo evitar, mi subconsciente es algo que no puedo controlar, ya estoy harto de tener el mismo sueño, será mejor que yo termine con esto de una vez por todas, estoy en la orilla de un puente, escribiendo todo esto, pero antes de tirarme al vacío, voy a esperar un momento. Voy a compartiles un poco de mi vida, tal vez no se la historia más conmovedora, ni la más ilustre que hayas leído pero les aseguro que por lo menos van a querer leerla de nuevo...

Bueno todo empezó el día que me enamoré de una persona, cuando me di cuenta ya no había vuelta atrás, yo ya estaba completamente perdido en su mirada, ella simplemente era perfecta. Yo la conocí en un día como cualquiera, cuando había ido al cine, para ver una película con mis amigos. La vi estaba formada dos lugares antes de nosotros, pagó su boleto, y fue directo a la sala en la que estaba la película. Al parecer llevaba prisa ya que la película había empezado hace 3 minutos antes. Mis amigos y yo pedimos la misma película, obvio íbamos desde un inicio a ver esa película, fue pura coincidencia que la función haya sido la misma... mis amigos y yo, igualmente nos fuimos corriendo para no perdernos la película, así que fuimos lo más rápido posible, y al parecer aún seguían los comerciales. Mis amigos y yo quedamos en que último que llegará, tendría que ir por las palomitas y las sodas, y pues yo nunca fui bueno para las carreras, así que me tocó ir por las cosas. Ahí fue donde encontré una cartera, la levanté, e inmediatamente la abrí, vi una credencial que tenía un parecido con el rostro de la chica que estaba formada en la fila, se llamaba Zoe, supongo que se le tuvo que haber caído en el momento de irse corriendo.

Cuando acabó la película salí antes que todos para buscarla y la encontré, así que le hablé

-Hola ¿Qué-qué tal cómo estás?- dije un poco nervioso
-Bien gracias ¿Te conozco?- respondió desconsertada.
-La verdad no, pero encontré esto en el suelo y decidí buscarte para devolvertelo- contesté.

Sin más ella lo tomó y me agradeció. El día siguiente tenía que ir a clases. Esto es de casi no creer, pero pues ya es mucha casualidad. Ella estaba inscrita en el mismo colegio, me la encontré en el receso, fue un momento un tanto incómodo , bueno para mí lo era, ya que, yo siempre tengo la costumbre de sentarme solo. A los pocos instantes de sentarme la observé pasar a mi lado, quedé un poco pasmado de lo que estaba pasando.

-¿Ella en el mismo colegio qué yo?- dije en voz baja. Y cuando menos lo esperé se sentó a mi lado y me dijo
-Hola ¿me recuerdas?-.
-Claro que sí, soy Ricardo y ¿tú eres Zoe cierto?- Dije un poco sonrojado (yo siempre me he puesto así cuando hablo con alguien que no conozco)
-Así es, me llamo Zoe ¿Por cierto cómo sabes mi nombre? -. Respondió con una sonrisa en el rostro - Bueno eso no importa, sólo quería darte las gracias de nuevo por lo que hiciste, me alegra saber que aún hay gente como tú-. Dijo con un tono muy dulce.

Justo cuando iba a establecer una conversación con ella, sonó el timbre, y se fue.
Simplemente ella era la chica más hermosa que nunca antes haya conocido...
Terminó de sonar el timbre y entré a clases, entre a la que más me gustaba, Matemáticas, todo se me facilitaba, se me había ido muy rápido el tiempo en esa clase. Al terminar todas las clases, decidí buscarla para hablar un rato con ella, pero parecía que hacía mal, ahí estaban todas sus amigas, a simple vista parecían muy arrogantes, pareciese que ella estaba por compromiso. Mejor opte por irme con mis amigos, somos un grupo de 4 personas, sinceramente no sé como los profesores nos soportaban, tal vez lo hacían por que eramos "buenos alumnos", no reprobabamos ni una materia y siempre teníamos calificaciones altas. Eso me recordaba a la primaria, pero en diferencia en que ahí si llegué a reprobar una materia, por no justificar la faltas. Pero bueno eso no importa.

Al día siguiente entré a la escuela temprano, porque siempre estaba ahí unas horas antes para ayudar a los maestros a preparar sus clases. Al salir, vi a Zoe, con sus amigas desayunando en un Restaurante de comida china, que estaba, en frente de la escuela. Intercambiamos miradas, ella tenía una mirada que no se podía comparar con ninguna otra... En fin, la salude desde afuera e inmediatamente ella bajó del restaurante, dirijiendose hacía la entrada del colegio, dónde estaba parado.

-Hola Ricardo, ¿Qué haces en el colegio tan temprano?-. Me habló con un tono muy alegre.
-Pues yo siempre llego una o dos horas antes para ayudar a los maestros a preparar sus clases-. Contesté
-Bueno, eso está bien, ¿Quieres acompañarme?, Estoy desayunado con mis "amigas"-. Dijo con un tono sarcástico.
-No gracias, tengo cosas que hacer, aún tengo tarea pendiente-.

Nos fuimos alejando hasta que llegué a mi casa, vivía a sólo dos calles de distancia entre la escuela y la casa, prácticamente tenía la escuela a sólo unos cuantos pasos. Al llegar a mi casa, tomé una ducha, y terminé de hacer la tarea que tenía pendiente, no era nada del otro mundo la había hecho en menos de 30 minutos. Así que me preparé, y me dirigí a la escuela. Ese día siempre lo recordaré como si hubiese sido ayer, llegaron a suceder distintas cosas que hicieron ese día casi perfecto. En primer lugar ese día fue el mejor porque me senté con Zoe en el receso, el poco tiempo que tuvimos hubo una platica muy interesante, descubrimos varias cosas, ella le gustaba la historia tanto como a mi, entre sus canciones favoritas estaba "wonderwall", algo había encajado en ese momento, mi vida ya no era la misma, todo se había vuelto tan sencillo.

Mis días de estudio eran un poco tediosos, siempre eran repetitivos y predecibles. Pero algo había cambiado desde que conocí a Zoe, mis días ya no eran pesados, ni fastidiosos, era como si ella hubiese cambiado mi mundo en un abrir y cerrar de ojos, hizo que me diera cuenta que había tantas cosas que ni siquiera sabía que me gustaban, ahí fue cuando comencé a sentir tantas cosas por ella, tanto que mi mundo llegó a girar en torno a ella, no lo negaré, era algo extraño pero que sin embargo me gustaba sentir...

Al paso del tiempo nos hicimos buenos amigos, empezábamos a hablar más, en menos de 4 meses, ya éramos muy cercanos, tanto que ella sabía demasiadas cosas que no le había contado a alguien, teníamos los mismos gustos, ella era muy diferente, no tenía comparación alguna.

¿Quién lo diría? Y Pensar que todo comenzó con una simple cartera extraviada...

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