She is my He

○ Capítulo 3 ○

-¡Scarlett! -grito Sophia y se abalanzo sobre ella.

Esta correspondió entre risas, volteo hacia las demás chicas y todas tienen la misma cara: entre felicidad y confusión.

—¿Por qué tardaste? —pregunto Sophia.

—Llegue cuando los autobuses ya se habían ido, así me tuvieron que traer mis padres. ¡Pero estoy aquí!

—Los campamentos no son lo mismo sin ti. —volvieron a abrazarse y Sophia tomo el brazo de Scarlett y la acerco a nosotras.

Comenzó a presentar a cada una de nosotras e íbamos sonriendo cuando mencionaban nuestro nombre.

Comenzamos a platicar de cosas triviales. Sophia se veía muy emocionada de ver a Scarlett que no paraba de mirarla cada vez que hablaba.

No la culpo, Scarlett parece una muñeca, literal. Verdes grandes ojos, cabello rubio casi blanco, abundantes cejas, perfecto tono de piel, y unos labios rosas.

—Iré a dormir, descansen, niñas —aviso Bea—¿Vienes, Lana?—ofreció su mano y la acepte.

—Solo ire a quitar mi maquillaje y listo. —asintió

—Yo también voy a dormir.— aviso Mel y llevo su hermana arrastrando por los brazos ya que se rehusaba a moverse.

Fui por mi bolsa de aseo y me dirigi al baño, tome el desmaquillante y comencé remover todo de mi cara. Regrese a la habitación y Bea ya estaba tirada en su cama, tome mi pijama y me cambien en un rincón de la habitación, guarde lo sucio y me acosté.

—Mañana nos esperan muchas actividades, wuu. —canturreo adormilada.

Reí por lo bajo y cerré mis ojos. Esa noche soñé en unos grandes ojos verdes.

—¡Arriba todos!¡ Tienen 10 minutos para arreglarse! —gritaron afuera de la cabaña y me pare rápidamente.

—Bea, tenemos 10 minutos para arreglarnos. —sacudí lentamente su hombro y soltó pequeños gruñidos.

—En 4 estoy lista, déjame dormir.

Tome unas mayas de deporte negras junto con una playera de tirantes amarilla clara.

Me cambie lo más rápido que pude y coloque mis tenis. Tome el maquillaje y corrí al baño que por suerte estaba desocupado. Cubrí las ojeras y las demás imperfecciones para después salir.

Entre a las habitaciones y las chicas seguían dormidas excepto Scarlett y Eli quien me ayudo a despertar a las demás.

Regrese a la habitación y Bea ya estaba lista.

—Te lo dije. —me guiño el ojo y salio de la habitación.

—Ahora todas salgan. —gritó Eli y abrió la puerta mientras que todas salían en fila como soldados.

—¿Nadie falta? —pregunte y negó con una sonrisa—. Vamos.

—Bien, chicos, hoy nos concentraremos en ejercicio físico —aviso la chica varios gritaron emocionados—. Todos a sus equipos, ¡ahora!

Una bola de chicos se acercaron y tenían pintadas en las mejillas una línea vino y otra negra.

—¿Tienes más de esa pintura?—preguntó Bea y un chico asintió entregándole un guiño y unas barras de pintura —. Gracias. —intento ocultar su sonrojo.

—¡Corran, chicos! ¡Lánzate, Adam! —grité con todas mis fuerzas mientras Adam me miraba divertido— ¡No te detengas y lánzate!

Corrió más rápido rebasando a los demás y a los pocos metros de llegar a la meta se lanzo y rebazo la linea. Varios chicos gritaron por que perdieron y porque Adam tenia una gran rasgada en la rodilla.

—¡El ganador es Adam! —aviso la chica encargada de las carreras.

Nuestro equipo grito de emoción para después ayudar a Adam.

—Bien hecho. —lo acomode en mi hombro y revolvi su cabello como pude. Dos del equipo se ofrecieron a ayudar a Adam y se lo llevaron a unas bancas.

A un espacio un poco retirado de la banca dos chicas se veían como si estuvieran discutiendo, para después la castaña tomar a la otra acercándose lentamente como si fuera a besarla...

—Hey, Lana —Bea me dio un ligero empujón y me gire hacia ella mirando por el rabillo del ojo a las chicas—, tenemos poco tiempo para ducharnos, ambas estamos parecemos puercos con todo este lodo.

Mire mi cuerpo y asentí, tiempo antes habíamos tenido que pasar pecho tierra, o mas bien pecho lodo en varios ejercicios.

Bea se adelanto y mire una vez mas a las chicas. Ya no estaban.

—Todos tomen sus parejas, haremos un poco de baile. —hablo emocionada la chica encargada de la clase.

Bea estaba con el chico que le había dado la pintura, Melissa y Cris encontraron unos gemelos y se veían notoriamente felices burlándose uno de otro; todas las chicas tenian pareja a excepción de Eli y yo. La música comenzó a sonar y ningún chico aparecía en nuestras vistas.

—¿Donde fueron los chicos? Estoy segura de que faltan más. —me encogí en hombros.

—Seguro están afuera escondidos. —Eli soltó un suspiro y se puso en frente de mi.

—¿Me concedes esta pieza? —hizo una reverencia.

—Seria un honor. —solté una gran carcajada y tome su mando para después dirigimos al centro donde estaban las demás parejas.

Comenzamos a bailar entre risas y varias miradas de los demás. Mel y Cris se pusieron cerca de nosotras.

En ocasiones me encontraba mirando hacia la perfecta muñeca que había entrado a la cabaña a altas horas de la noche, y el como reía por los chistes de su compañero.

— Lana, ¿escuchaste? —Mel me dio un golpe en el hombro.

  —¿Qué?— voltee rápidamente hacia ella.

—Estamos planeando en ir todos juntos a recorrer el lugar, ¿qué opinas?

¿Tanto tiempo me quede viendo a la chica hasta el punto de que ellos hayan planeado una salida?

—Ohm, si, por supuesto. —hable rápido mientras asentía.

Continuaron hablando mientras fingía interés en la plática y asentía en ocasiones.

El resto de la clase miraba a un punto fijo perdiéndome completamente, y disculpándome de las pisadas que le daba a Eli por accidente.

El sol estaba a punto de meterse, las actividades habían concluido y Mel se estaba deshaciendo de la ropa que uso para el recorrido con los chicos.

Me coloqué mi pijama y me tire a la cama mirando el techo.

—Me encanto esta tarde.—suspiró y se acostó en su cama.

—¿La tarde o el chico? —pregunté divertida y voltee a verla.

—Posiblemente ambos.—comenzó a reír mientras negaba con la cabeza.

—Es lindo, me gusta para ti.—bromee.

—Eres una mensa.—sonrió y comenzó a reír.

—Tal vez—reí también—¿Me debería sorprender qué en tampoco tiempo tengas a alguien en la mira?

—No, no debería. ¿Tu tienes a alguien en la mira?

Pensé un momento. ¿Realmente lo hay?

Tal vez si había alguien.