No recuerdo el nombre del hotel. Tampoco es algo importante en la historia. Respiro profundo y exhalo al escribirte estas líneas. Ok, ok... Allí tuve sexo con Eduardo en el cuarto 401. ¡Dios!, ha sido el peor hotel que he estado en mi vida. Hasta allí va todo relativamente bien. Aquí va lo malo, ¿preparada? Ok.
Es casado.
Tiene un hijo.
Sí, yo lo sabía.
No es lo justo ni lo correcto, tampoco es el gran amante, ni la persona más guapa; es más, no lo amo. ¿Quién es Eduardo?, un exmilitar, tiene 26 años y como 6 de casado. No necesitas saber más. Hija, el sexo es para disfrutarse. El orgasmo es de quien lo trabaja. Y a falta de dildo, hombre. Sus hormonas son exquisitas para mi sistema inmunológico (sí, amparo mi putería con la ciencia). Algún día sabrás (o ya lo sabes) que la atracción fuerte a veces puede hacer que pierdas tus principios morales y aterrices en finales felices. Aunque, perdón, pero no alcancé el orgasmo. Es más, con ninguno de los cuatro hombres con los que he estado. Espero que tú hayas sido creada mientras tenía uno, neta.
Todo el tiempo, desde que hablé con él, creo que fue en julio, tuve en mi mente a su hijo y a su esposa. Le quitaba tiempo a un niño con su padre, le restaba horas a una esposa con su marido. Me sentía mierda y aún así lo hacía. Se sentía rico. Sus brazos, sus labios, su aroma, sus manotas, todo me hacía que me mojara.
Ayer se enteró Eduarda (ja, no sé cómo se llame). Después de estar conmigo nos bañamos, y me puse perfume. Grave error. Lo olió a mí. ¡Pero espera, hay más! El taradete no sé cómo vinculó sus mensajes de WhatsApp (¿seguirá existiendo WhatsApp en tu época?) a su computadora. Eduarda leyó todo. ¡Qué tarado! Él, un experto en seguridad y la va regando en lo más obvio.
Eduarda mandó un mensaje.
"Soy la esposa de Eduardo. Mira no sé quién seas ni me importa sólo te voy a pedir que no le envies msjs a mi marido ni mucho menos donde te le insinuas y le coqueteas. Es tan de mal gusto y más sabiendo que es CASADO" (SIC)
A lo que le respondí:
"A ver. ¿Cuál Eduardo? Conozco un buen de Eduardos. Creo que te confundiste, a mí ni me gustan los hombres (emoji llorando de risa, emoji llorando de risa)".
Y dijo:
"No pues si no te gustan lo disimulas muy bien, pero ese es muy tu problema. Mi marido es Eduardo (parte omitida por cuestiones de discreción) y mira no voy a entrar en detalles sólo te voy a pedir que respetes ok". (SIC)
Nos cuidábamos de todos en el trabajo, nos ocupábamos de que nadie se enterara, o sospechara. Mis padres no saben, me colgarían. Tengo 24 y no tengo porqué recibir en vísperas de año nuevo un mensaje de ese estilo. No era necesario, lo pude evitar, y aún así dejé que sucediera. Lo peor no es defraudar a otras personas, hija. Lo peor es defraudarse a uno mismo. Yo odiaba a las amantes del mundo. Las odiaba porque mi papá tuvo varias. Arruinaron la felicidad de mi madre, y ahora yo también estaba arruinando la felicidad de la madre de Eduardo Jr. Al final la verdad sale a la luz. Y deja tú la verdad, ¡EL PINCHE KARMA! Sé que la vida me las va a cobrar. Mi novio, esposo o lo que sea me engañará (está en el gen de todo ser humano, esa persona que se jacte de ser fiel no es humana, está mintiendo o está loca). Todos somos infieles, aunque sea mentalmente, la monogamia es una imposición social. Pero aún así duele.
Otra lección: cuídate. Ayer lo hicimos sin condón y aunque no tiene enfermedades, se vino dentro (le jugaré una broma con éso: "estoy embarazada", jajaja. Se lo diré en un mes -no puedo estar embarazada porque estoy en mi periodo infértil, relájense todos-).
***
Le acabo de mandar un mensaje de feliz año a Charlie. Le dije que él fue una parte bonita de este año. Tenemos que hablar de Charlie. (Sí, hice referencia a una película que se llama "Tenemos que hablar de Kevin", es muy buena, vela). Siguiente capítulo. Lo escribiré mañana. Ya me dolió el trasero y no por las razones que yo quisiera. Jajaja, perdón.
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Hija, no me juzgues
Teen FictionVivencias que quiero compartir contigo, aún cuando no te he concebido.