Parte única.

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Tan doloroso como un puñal en el pecho, y ardía cual brasas quemándole la piel, su tersa y suave piel que hace  poco estaba sin ninguna marca ni rasguño pero que ahora era adornado por marcas rojizas hechas por sus cortas uñas.

¿Desde cuándo su sueño se volvió pesadilla?...

Un grito, muy fuerte y sonoro que logró crear un eco en varias casas alrededor, lleno de temor, odio y dolor.

Sentía que su cuerpo se quemaba por dentro y la cabeza martillaba tanto que podría reventar su cabeza con un suave golpe, de sus ojos sólo salían lágrimas y sus puños estaban fuertemente cerrados sobre sus oídos, tratando de que aquel doloroso y cruel sonido dejara de torturar sus tímpanos, ¿Qué nadie más lo escuchaba?

Dímelo, con tu dulce sonrisa
Dime, dime como si me lo susurraras al oído

Sus pies se rindieron y sus rodillas se doblaron dejándolo en el suelo con un rastro húmedo recorriendo sus mejillas, aquel antiguo canto de ángel ahora era todo lo contrario, parecía un sonido de miles de gritos siendo quemados a las brasas del infierno.

Simplicidad disfrazada de veneno y veneno disfrazado de ave, cuan cruel fue los golpes y el grito dejándolo inerme y destruido, sus ojos cerrados al igual que sus manos, sin embargo lágrimas se lanzaban del borde de su rostro dejándose caer al frío suelo rojo que ahora era cubierto por las flores más hermosas que sus ojos hayan visto.

¿Qué clase de magia era esa?..

Lo sabía, tenía la certeza de que nada de aquel acertijo mal tramado fuera real, no había rosas a sus alrededores, aquel toque suave no quemaba y sobre todo las palabras que salían de sus abultados labios no eran gritos inentendibles, no, no era real, seguro una vez más su mente estaba armándole un escenario trágico porque de pronto todas las flores empezaron a teñirse con un inconfundible rojo carmín, gotas resbalando de sus pétalos y pétalos que se marchitaban frente a sus ojos volviéndose de un color café que indicaba su muerte.

Era la tercera vez que veía aquel lugar, la tercera vez que su sueño se había vuelto una pesadilla, porque estaba seguro de que soñaba con la misma persona por más años de los que tuvo consciencia, pero nunca había sido tan deshumano y cruel, fue como un reclamo y como si le estuviese exigiendo querer salir de su mente retorcida, aquel sueño, su sueño estaba queriendo ser real.

Una cara desconocida dio inició a todo, un simple toque infantil e inconsciente planto una fuerte ilusión en su subconsciente y en ese extremo dudaba de que fuera bueno. Para Jimin el dolor se hacía cada vez más doloroso ver su sufrimiento por estar encerrado.

Y finalmente aquella dulce mirada dirigida a él, una que delataba sufrimiento y rencor, sabía que lo odiaba por mantenerlo encerrado en su mente por tanto tiempo pero ahora, ahora cuando se estaba complicando, se arrepentía.

No seas como una presa, sé sutil como una serpiente
Quiero escapar

La luz cegadora martilleó sus párpados obligándole a despertar, rompió un silencio externo que para él era inexistente al haberse perdido en su sueño tan extrañamente hermoso, porque lo era, para Jimin siempre sería hermoso, así le doliera hasta el alma.

Unos pasos se acercaron hasta él y una suave mano tocó su frente, posiblemente midiendo su temperatura, su piel se había hecho más pálida y sus ojeras ocupaban la mayoría de su rostro, no era por el insomnio sino por el simple hecho del llanto que lo acompañaba cada que despertaba, cuando dejaba de verlo.

-Necesitas ayuda – su siempre tan dulce voz aturdió sus sentidos por unos segundos que se les hizo interminables, a veces le daba aquel estado tácito inexplicable, lástima que no era lo suficiente para despertarlo de aquel sueño.

Lie (Two Min) (Jimin x Taemin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora