PORQUE A MI, VIDA?

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Como no se veía el profesor por ninguna parte y todos los tutores de otras aulas ya habían empezado sus discursillos, mi clase era una completa juerga. Entre la fiesta vi a Adrián mi mejor amigo, hablando con María la chica que tiene a mala suerte de sentarse a mi lado. Quería ir a saludar los, así que me levante despacio apoyando las manos a la silla hasta que vino un amigo de marcos corriendo y choco contra mi silla tirándome simultáneamente al suelo con él.

Marcel: ¿Que te trae por aquí, en el suelo guapa?

Yo: Estoy buscando tu dignidad hijoputa. Ve con más cuidado por donde vas.

La posición en que estábamos no me dejaba la opción de levantarme y darle una patada en los huevos a Marcel hasta que él se levantara. Él estaba encima mío y yo tenía las piernas abiertas y los codos en el suelo. Por suerte nadie se dio cuenta de mi embarazosa situación hasta que Marcos gritó:

Marcos: ¡Mirad a esos dos! ¡Jajaja! ¡Bien hecho Marcel!

Qué vergüenza. Marcel seguía sin levantarse y se reía también. ¡Cuando salga de aquí se va a llevar una patada!...

Todos: ¡Que se besen! ¡Que se besen! ¡Que se besen!

Estaba rogando para que Marcos se riera y me dejara en paz, pero supongo que hoy no era mi día de suerte. Me cogió la cara y me beso delante de mi clase. No era un beso corto de estos que solo se rozan los labios, sino que era de esos tan largos que ves en las películas. Yo no me podía mover así que no había forma de salir de esa semi violación. Me di cuenta que con lo largo que era ese beso no podía respirar, i hice lo peor que se me podía haber ocurrido. Abrí la boca. Una lengua fría húmeda empezó a rozar la mía, pero eso no era lo único que se estaba rozando contra mi cuerpo. Había una cosa dura muy cerca de mi entrepierna. Estaba maldiciendo a todo el mundo, que asco, que asco, que asco!. Me parece que si no hubiera llegado el profesor de guardia ahora mismo ya me habría violado 4 veces.

P. de guardia: Que en el santo cielo estáis mirando! Dijo empujando a los alumnos.

Por suerte al oír la voz de un profesor Marcos me dejo y pude respirar con normalidad.

P. de guardia: ¿Que estáis haciendo vosotros dos?

Marcel: Nada, ella se cayó y la ayudo a levantarse. Dijo cogiéndome la mano y levantándome.

Esa era la oportunidad que estaba esperando. Cogí impulso con mi pierna y la di una patada en los huevos impresionante y me fui corriendo a vomitar.

Marcos: ¡Bien hecho campeón! Le dijo a Marcel sollozando en el suelo.

Mientras me limpiaba la cara vino una chica, Marta de la otra clase, a preguntarme que me pasaba. Le conté la traumática experiencia y me abrazo mientras lloraba desconsoladamente. Me dijo que tenía que ser fuerte, enseñar a todos que eres inquebrantable, y todas esas cosas. Cuando acabe de llorar, me comento que su prima hacia 18 años y si quería ir a su fiesta de cumpleaños. Le dije que me lo pensaría, pero ya sabía la respuesta: NO

La crònica de una adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora