Capítulo 1
-¡Maldición! -había derramado chocolate caliente sobre todo mi pijama.
Si, así de torpe soy. Creo que es por eso no tengo amigos y un hermano que arruina mi vida.
-¿Qué pasó, cariño? -mi mamá entró a mi habitación, cosa que me esperaba.
-Mh, nada mamá, estoy bien. - ella asintió y se fue.Me levante de mi cama, cerré la puerta y empece a cambiarme.
Miré hacia el reloj, genial, ya tengo que arreglarme para ir a la cárcel, es decir, mi instituto.
A veces tan sólo, me gustaría cambiar un poco mi vida. Tengo un hermana que me quiere, pero también un hermano que no me soporta, ni yo a él. Y, soy la del medio, les aseguro que no es tan genial como yo pensé, no cuando tienes una madre responsable que los quiere a todos por igual.
Yo estaba tan emocionada hace 3 años, pensando que mi mamá se olvidaría de mi y me dejaría en paz. No me malinterpreten, amo a mi madre. Es sólo que ella se preocupa demasiado.
Pienso cosas como estas todos los días mientras me ducho para asistir al infierno.
-¡EMILY! ¡Mocosa apúrate, llegaremos tarde! - mocoso tu trasero, querido hermanito.
-¡Cállate Dan! ¡Ya bajo! - salí de la ducha, me puse mi típico atuendo que se basa en; una camisa negra, unos jeans, una chaqueta a cuadros y vans negros. Me peine y baje.
Realmente no soy de esas chicas que se maquillan para ir al colegio, aun a mis 17 años.
Dan estaba en la mesa de la cocina comiendo una manzana y pensé, mi hermano no es feo, tiene un hermoso cabello castaño claro y unos ojos verdes ridículamente intensos, no es nada feo..
-¡Hasta que al fin! Si llego tarde al primer día de clases por tu estúpido trasero pijo, te juro que te mato. -...no, hasta que abre la boca.
Agarró las llaves y se encamino al garaje, lo seguí y me senté en el copiloto.
-Hola hermanito, que gusto verte, ¿cómo estás? ¿Cómo dormiste? - dije sarcásticamente.
-Muy bien, hermanita, ahora cállate antes de que decida dejarte en el medio de ningún lado.
- Ja ja ja, tan simpático como siempre. - y le dedique una sonrisa irónica.
En diez minutos ya nos encontrábamos en el colegio, justo a tiempo para oír la campana sonar.
-Demonios.. - susurré y salí corriendo hacía la cartelera de información. De acuerdo, tenía literatura 2,A, mi asignatura favorita, bien.
Al llegar, toque la puerta y me disculpe con la profesora por el retraso.
-Muy bien, señorita... - dijo la profesora Monroe, nuestra profesora.
-Emily Forbes - me apresure a decir.
-Bueno, señorita Forbes, tomé asiento junto Jace, por los asientos de atrás. - y señalo al único asiento vacío.
Le sonreí, y fui viendo dónde pisaban mis pies. ¿Quién era Jace? No me sonaba de nada, seguro es nuevo. No le di importancia y me senté.
Sentí unos ojos observándome y, obviamente, levante la cabeza para ver de quién eran. Fue lo peor que pude hacer. Me topé con unos brillantes ojos azules intensos, parecían una galaxia entera encerrada en un par de iris. Hipnotizada. Y ridícula. Estaba perdida en sus maravillosos ojos, ¡vaya ojos! Y de repente un montón de imágenes llegaron a mi cabeza.
"-No podrás seguir con esta mentira - un hombre mayor, con cabello castaño oscuro, unas cuantas canas y algunas arrugas me miraba preocupado, ¿a mi? ¿quién es éste hombre?
-Si que podré, ella no debe saberlo, es un poder enorme para tan solo una chiquilla estúpida -oí una voz pero, no sabía de dónde procedía, traté de girarme, pero me fue imposible y me di cuenta de que tampoco podía hablar y mucho menos moverme, siquiera cerrar los ojos, ¿en dónde estoy?
-Ella lo sabrá, ¿me está escuchando? Te aseguro que lo sabrá, no dejaré que te quedes con lo que no te pertenece - hablo de nuevo el hombre mayor, fulminándome con una oscura y potente mirada.
De repente asentí, pero no entendía, yo no quise asentir, fue como si manipularan mi cuerpo a voluntad propia, pero ¿quién?
-Lo que tu digas, Howart."
Todo fue oscuro y noté que tenía los ojos cerrados, al abrirlos me encontré de nuevo con ese par de ojos azules. Nunca oí de nadie con tan increíbles ojos, me percate del ridículo que estaba haciendo y lo patética que he de verme y aparte rápidamente la mirada, no sin antes ruborizarme por tal espectáculo.
-Bueno señorita Monroe, principalmente pienso que esta historia tiene varias perspectivas y nos deja con varias dudas acerca de cómo murió realmente George... - paré en seco mi lápiz que había empezado a anotar lo escrito en la pizarra. Esa era la voz que no reconocí. Me gire y me encontré con el dueño de los maravillosos ojos azules, respondiendo alguna pregunta que la profesora Monroe le habría hecho. Era la voz, estoy segura.
Todo se unió y entendí que no era yo la que estaba allí con ese tal Howart, yo estaba en el cuerpo de éste chico.
-¿Quién rayos eres? - murmure para mi misma, pero al parecer el lo oyó y volteó para verme y sonreír con un aire de autosuficiencia.
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i hate you, don't leave me
Teen FictionNo creo en el amor a primera vista, es cuestión de simple físico. Cuando ves a alguien por primera vez, no puedes automáticamente conocer su historia, ni sus aficiones o gustos. Sólo su físico, una envoltura que oculta nuestro verdadero ser. Y eso...