Capítulo 17

1K 47 7
                                    

Capítulo 17: Te comió la lengua el ratón.

Narra “___”

Observó a Juan mientras uno de los hombres le ayuda a ponerse de pie y se sienta donde yo estaba hace un momento. Levanta la cabeza para que la nariz paré de sangrar, la verdad es muy lindo.

Me doy una bofetada mental por lo que acabo de pensar, él me tiene aquí encerrada y ha secuestrado a mis bodoques. Pablo también es lindo y tengo que concentrarme en lo importante e ignorar que nuevamente mi corazón está inquieto como aquella vez en Venezuela.

-Toma papi, encargate de llevar a mis hijos al Hotel. Luego me sacas para que regresemos a Miami -- pedí pero él me veía de una forma acusadora, creo que vio mi cara de idiota mientras veía al chulito imbécil.

-Tu no puedes hacer eso -- escucho que dice Juan con vos rara porque se está apretando la nariz.

-Como ves que si puedo, ellos son mis bebés y tu chulito imbécil puedes irte despidiendo porque no los verás más -- sonrió como la perra que soy.

-Me encargaré que sólo salgas de aquí directo a una cárcel así podré revocar ese papel y quien no volverá a ver a los niños seras tu -- dice parándose, es más alto que yo.

Admito que si no fuera inocente en este momento sentiría miedo de su amenaza pero como se que saldré a más tardar mañana sonrió y el frunce el ceño.

-Juegas tus cartas amor, solo te digo que te arrepentirás de haberme encerrado aquí -- dije y me puse de puntitas para hablar a su oído -- Es una promesa y creerme cuando te digo que yo siempre las cumplo -- susurré y pude sentir como su cuerpo se tenso al sentirme tan cerca pero en un movimiento tomo mi muñeca y me junto a su cuerpo.

-Siempre apuesto para ganar y puedes estar segura que todas mis cartas estarán sobre la mesa, esto mamasita es el principio de la guerra -- susurro está vez en mi oído, no se en que momento cerré mis ojos para los abrí, mi cuerpo estaba temblando al tener contacto con el suyo y eso no me gustó, él lo noto porque su sonrisa victoriosa no se quitaba de su estúpido rostro.

-Pues como buena apostadorá te aseguro que salgo mañana de este lugar, esa será el principio de tu derrota. Sabes lo más triste, que ni siquiera ganarás una batalla porque mis hijos se los llevará mi padre al hotel. Que lastima amor por ti, te tocó perder conmigo -- hice un puchero y palmeo su mejilla, quito su agarré y la que sonríe victoriosa está vez soy yo.

-Estaré aquí mañana para reírme cuando no salgas -- dice sonriendo con burla mientras sale de la celda.

-¿Es una promesa? -- preguntó emocionada y el me ve con el ceño fruncido -- Te estaré esperando chulito, mientras salga lanzaré algunos besos por si quieres atrapar uno -- levanto una ceja repetidas veces.

-Ni loco quisiera un beso tuyo -- ok admito eso dolió -- Y es una promesa, disfruta tu primer noche de donde pasarás algunos años -- dice en forma de despedida.

-Te estaré esperando Chulito imbécil, por favor no llegues tarde que saldré temprano por la mañana -- asegure y él solo me vio para irse.

-Me iré con él por los niños -- me dice mi padre.

-Ve por ellos, me vienes a ver cuando ya estén en el hotel -- pedí y el asintió.

-¿Notaste el parecido entre él y mis nietos? -- preguntó antes de irse.

-Si lo note papá, pero yo no he hecho nada así que no me preocupa -- conteste.

-Pero si es el padre de los niños puede pelear por sus derechos -- lo veo preocupada.

Mios, Nuestros (Maluma y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora