Loco.

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-jajaja Jajajaja Jajajaja.
Itachi uchiha había empezado a reír sin parar, así de repente, sin más.
Había provocado una mirada extrañada de su compañero de asesinatos kisame hosuki, acompañado de irritación y molestia.
A cada paso que daban aquello era aún más molesto, parecía una risa tétrica que no terminaba.
-puedes callarte! - aquel molesto sonido era lo primero que escuchaba en días, itachi uchiha era tan molestamente callado, pero su risa, esa risa psicopata era realmente insoportable, dijo kisame de manera dudosa mirando a los alrededores de la aldea a la cual acababan de entrar.
Se trataba de un territorio boscoso en donde más adelante se veía la aldea.
-tsk!- dijo de muy mal humor -ya ni siquiera puedo reír un poco.
-puedes hacerlo con discreción o harás que nos descubran.
-un muerto más que más da- dijo itachi en tono sarcástico y luego volvió a su habitual sobriedad.
Sus ojeras eran tan prominentes, realmente lucia cansado, o enfermo, o era un tipo que nunca dormía.
Parecía cuidarse del mundo entero.
Los días lluviosos eran mejores, como los fríos, los cálidos eran detestables. 
-es un día cálido- dijo kisame deteniéndose en una piedra y sacándose la túnica de encima, la colocó sobre una rama y se puso bajo una sombra.
Itachi por el contrario había caminado decidido.
-¿a dónde vas? Descansemos un poco, debo hidratarme.
-descansa tu... Debo hacer un par de cosas.
¿Que era itachi uchiha? ¿Un espía, un loco? Siempre estaba lleno de misterios.
¿De qué reía itachi?
-espe...- esa palabra ahogo en la boca de kisame, junto con él por qué , era vergonzoso admitir lo mucho que su nuevo compañero le llenaba de curiosidad.

-x-
Sobre el puente descansaba un mendigo.
"Bienvenidos a la aldea del viento" la leyenda estaba escrita en un tablón en letras de molde en una escritura antigua.
Habían muchos reguiletes al rededor que decoraban de manera folclórica.
-hey tu!- el chico de atuendo oscuro llamo y el ansiano apenas puso la mirada en aquellos fríos ojos.
Se tapo la frente como intentando cubrir el brillo cegador del sol.
-no tengo nada joven, lo siento.
Itachi sacó una foto de su bolsillo -le ha visto?- dijo mostrándosela.
-ohh es una belleza! Es tu novia?
Itachi estiró la mano esperando la vieja foto de vuelta.
-no hay nadie por aquí como ella.
Luego de recibir la foto saco un mapa y tacho el lugar, camino dejando atrás al anciano.
-hay un prostibulo cerca. Talvez la encuentres... Jejeje tiene cara de puta.
-es una perra, no una puta- contestó itachi y luego desapareció en el basto camino.
Claro que no había tenido suerte, pero algún día la tendría. Estaba seguro.
Y luego de caminar por todo el lugar se dio por vencido. Era claro que en esa pequeña villa aquella mujer no estaba.
-x-
-woooo creí que te habías largado dejándome solo- dijo kisame a modo de saludo encontrándolo un par de cuadras muy cerca del centro de la villa.
-deberíamos ser más sigilosos- advirtio acercándose a su compañero luego de ver tantos aldeanos murmurando en los alrededores.
-has terminado la misión?- preguntó itachi sin ninguna paciencia, tenía esa mirada de pocos amigos que le caracterizaba.
-creí que tú... Oh demonios!- se quejó amargamente kisame -todo me lo dejas a mí, cuando dijiste me adelantaré, di por echo que irías tú solo a hacerlo.
-agggg entonces dormiremos en un lugar como este?- era cierto que aquel lugar era una villa muy modesta, pero el uchiha realmente exageraba.
Kisame rodó sus ojos y a pesar de que deseaba comer algo supo que el trabajo se haría en primer momento -terminémoslo cuanto antes- dijo positivamente.
-estaré en los baños- esa fue la respuesta corta y sin rodeos de itachi, había dejado en claro que el, él no haría nada.
Estaba enojado, sin embargo fue incapaz de contradecir a su compañero, los rumores que pesaban sobre itachi uchiha eran escabrosos, no estaba dispuesto a comprobar si itachi uchiha era aquel maniático que todos decían. Cierto es que él se había cargado a un par... Pero a sus propios parientes? Eso era otra cosa, eso era estar loco. Y lo más conveniente pensó desde que le habían impuesto ese equipo, es que no desataría la ira del uchiha sobre ninguna circunstancia.
"A saber que hagan esos malditos ojos"
De ese modo, como en otras ocasiones  se dedicó a hacer el trabajo por sí solo, busco persona por persona a aquel que supuestamente poseía un biju.
Las horas se fueron rápido y apesar de su arduo trabajo, los resultados fueron nulos. Tenía hambre y estaba cansado.
Un anuncio de comida y cerveza brillo ante sus ojos, pero no se trató de ningún modo la foto del plato humeante perfectamente cocinado o la cerveza que parecía estar fría y deliciosa, fue el costo de todo ello. Apropiado para su pobre bolsillo.
Y así kisame se adentró a una taberna con la promesa de comer y beber por un buen precio.
El lugar era muy modesto, tenía un par de mesas redondas y sillas un tanto viejas, justo como el mostrador.
Había un par de viejos borrachos sentados.
Se sentó en una de las mesas y espero a que alguna mesera se acercara para atenderlo.
Y antes de que llegara su orden de comida itachi uchiha aparecío ante el, abrió la silla y se sentó desenfadadamente haciéndole compañía.
Kisame lo miró con hastío, realmente comenzaba a irritarle la situación.
-acabaste de descansar?
-mesera una cerveza- fue lo único que pronunció.
La situación era por demás incomoda, kisame no sabia que esperar de él o como dirigirse a él.
Las horas pasaron largas y aburridas en esa taberna, itachi uchiha no hacía más que estar en calidad de bulto, no hablaba, no contestaba nada, solo bebía.
Se acabo varias cervezas y pidió otras más.
Y kisame sintió  que había bebido demasiado, de repente lo miro tumbarse en la mesa, sin cerrar los ojos, debía estar exhausto de tanto alcohol.
-iré al baño y luego a pagar, entonces nos largaremos de este lugar.
Y así fue kisame despegó su trasero cansado y entumido y se fue a hacer sus necesidades y a pagar la molesta cuenta que seguramente sería más de lo que podía pagar.
Mientras tanto itachi dormía en la mesa de la taberna. Dormía como siempre con los ojos abiertos y con lapsos profundos de 15 min, que daban el total de dos horas si dormía "bien" u hora y media y a veces solo una hora.
Una mesera se había acercado hipnotizada por el uchiha, porque con esos hermosos ojos y facciones era tan fácil cautivar a las chicas. Itachi pensaba que su rostro era una trampa de la naturaleza. Capaz de atraer tan fácil a su presa para luego devorarla sin la menor consideración.
La chica contempló aquel preciso y perfecto perfil, sus facciones puras. Todo era perfecto en aquel hombre tirado de negro en túnica.
Incluso sus uñas, pintadas. Esa boca con labios delgados y curveados como sonriendo sinicamente a la vida.
Y ni hablar de ese suave sedoso y negro cabello que le hipnotizo. Estaba como una cortina sobre esa mesa abierto luciendo esa gama brillante, un cabello lacio perfecto.
Se acercó curiosa. Muy curiosa, acercó su mano hasta rozar un poco de esas pálidas mejillas o eso pensó o eso esperaba.
La fría y huesuda mano de itachi le había apresado con fuerza. Con una fuerza innecesaria.
-que es lo que intentas?- dijo frío y luego subió la mirada hasta encontrar la asustada chica.
-suéltame!- exclamó la chica irritada.
Itachi no podía ver el rostro de esa mujer. Aparecía ante el una oscura y distorsionante sombra que le impedía verle directamente.
-deja de joderme!- se levantó furioso y aventó la mesa.
Y todo ardió como un escándalo y cada mujer que estaba en ese maldito lugar, cada mujer tenía el rostro cubierto.
-los matare a todos si no se ponen aquí- señaló frustrado -y se incan mirándome a los ojos... Mataré a todos!
Y de inmediato todos obedecieron. Todos hicieron lo que él ordenó.
Entonces las mujeres tuvieron rostros. Rostros comunes que no recordaría nunca. Tan comunes quizá como el de su madre o Tia, tampoco recordaba el rostro de su madre.
Y luego estaba esa maldita chica aquella mesera que había osado despertarlo.
Se encontraba al final de la fila y había salido corriendo, subió las escaleras de aquella taberna. En respuesta itachi corrió tras ella.
Corrió siguiéndole, por un pequeño pasillo, le vio entrár a una puerta y luego de entrar en aquel lugar, la oscuridad no permitió que viera un poco más.
Pero pudo sentir el calor de esas manos rodeándo su espalda. Se exaltó cuando sintió esas manos sobre su cuerpo, entonces batallo con ellas un poco intentando safarlas de si y luego, luego se rindió ante ese calor, ante ese aroma.
Un aroma dulce tan conocido.
La chica le abrazaba y entonces pudo ver su rostro como si una vela se hubiese encendido en esa oscuridad y reflectara solo la cara de la chica.
Ese lunar, esa mirada que nunca olvidaría.
-itachi-kun- aquellos labios se movieron con suavidad y pronunciaron una voz suave solo audible para el.
Aquellos delgados labios que hicieron que su corazón comenzará a latir por primera vez en mucho mucho tiempo.
Ese latido que le había provocado un dolor terrible en el pecho.

-itachi? Estas despierto... Vamonos ya!- kisame miro extrañado a su compañero que parecía despierto, tenía una lágrima en uno de sus ojos. Movió su mano para saber si estaba conciente.
Itachi dirigió su fría mirada hacia el.
-descansemos en el hotel, larguémonos de aquí! Puedes caminar?
-izumi- dijo el chico desorientado casi de manera inaudible.
-izu? Que? ...que dijiste?

Había sido solo un sueño, esa clase de sueños que el demonio uchiha tenía cada día o cada tercer día o cuando podía conciliár el sueño.

Se levanto de aquel lugar como si nada, kisame se preguntó cómo es que el uchiha bebía tanto y parecía estar siempre sobrio. Ni una palabra salía de esa hermética boca.
La única cosa que tenía clara era que Itachi uchiha era un loco, un loco misterioso.

-fin del episodio-

Si llegaron hasta aquí, me dieron la oportunidad y eso ya es algo. Gracias.
Sobre esta historia, realmente no tengo mucha idea de que escribir, me gusta la pareja así que quise dedicarle un par de shots o una pequeña historia, no se hagan grandes expectativas sobre esto, daré mi esfuerzo.
Espero les haya gustado ;)

Cuando cae la noche. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora