Juguete Roto.

2. Demasiado por esta noche.

- ¿Me puedo quedar jugando a tu play?

- La rompiste, Dani.

- Es verdad.

- Eres un trasto -ríe y sale del baño-.

- Oye pijito, ¿de verdad hay que hacer esa hoguera con nuestro grupo?

- Si, tengo pensado en decir que nos cuenten de su vida y eso, tu inventate lo que quieras bro, no voy a presionarte -me besa la cabeza-.

La verdad es que no me apetecía contar nada sobre mí, nunca hablo de mi vida, me he inventado tantas vidas falsas cuando la gente me pregunta sobre mí que ya ni me acuerdo de todas las historias.

Puede resultar ser algo raro que dos chicos de 17 años se lleven así con tanto cariño, pero Izan sabe de mí y sabe que me gusta que me traten así, con cariño, no es que sea el mejor hermano para Izan pero ambos nos ayudamos, nos cuidamos el uno al otro y además, la forma que tuvo de aceptarme después de tantas cosas, tantos años, es admirable, es por eso que lo admiro mucho y le tengo mucho respeto.

- Daniel, deja de estar embobado mirando al techo y ponte las zapatillas que nos tenemos que ir.

Río ante su comentario y obedezco a lo que me pide.

(***)

Izan empieza a nombrar a los chicos, había 7, contando con las dos chicas de antes. No presto atención a ningún nombre, hasta que llega el suyo...
Se llamaba Andrea, la gatita se llamaba Andrea, me gustaba el nombre.
La miro atentamente, miraba al suelo con el ceño fruncido y se mantenía lo más alejada del fuego y yo me mantenía lo más alejado de ella junto a Izan.

- Demasiados nombres -mi comentario hizo que sonaran algunas risas y ruedo los ojos-.

- ¿Qué se supone que hacemos ahora? -dice una chica con una pinta un poco de choni-.

- Bien -emoieza Izan y traga saliva- he pensado en empezar por conocernos un poco.

- Venga empiezo yo - dice un chico moreno - me llamo Rafa, tengo 16 años, ya sé que aparento más por la barba - se toca la barba y sonríe de lado a lo que yo ruedo los ojos - me gusta la moda, salir de fiesta y poco más.

¿Qué clase de presentación era esa?

- Cállate, feo -le tapa la boca cuando iba a seguir hablando- me toca a mí - dice la chica que iba con Andrea-.

- Una última cosa, esta niña me ha traído a la fuerza - dice otra vez ese tal Rafa -.

- Me llamo Ana y tengo 17 años recién cumplidos. Soy una adicta a las redes sociales, me encanta hacer amigos y el deporte.

Y así siguen todos, cada uno contando un poco.
Ni yo ni Andrea habíamos abierto la boca.

- Ahora tú, Dani - dice una chica pelirroja que creo que se llamaba María -.

Suspiro.

-¿Qué se supone que debo de decir?

- Algo de ti, edad, hobbies - se encoge de hombros y me mira atenta-.

- Tengo 18 años recién cumplidos, me gusta el deporte, tengo un hermano y no sé que más decir.

- ¿Tienes novia?

Río

- No, ni quiero.

- ¿Eres gay? -dice otro chico y lo miro haciendo una mueca-.

- ¿Qué? No. Me van las tías -lo miro y veo como suspira-.

Río para mis adentros.

- ¿Cómo que siendo tan jóvenes venís de monitores? - vuelve a hablar la pelirroja-.

- Yo ya mismo cumplo los 19, vengo porque mi padre es amigo del director y el director me dijo si quería venir y por tratos con mi padre acepté - responde Izan-.

- A mí me trajo Izan a traición.

Cada vez que hablo María y su amiguita sueltan una risita. Puag, odio cuando intentan coquetear.

Miro a Andrea

- Te toca - le sonrío con una pizca de malicia-.

Veo como suspira.

- Yo soy Andrea, tengo 16 años. A mí lo que me gusta es dormir y los gatos, y también me han traído a traición.

- Mi culpa. Ups -dice Ana soltando una risita-.

Río ante el comentario de Ana y miro a Andrea, no miraba a nadie, miraba al fuego o al suelo.

- Que calor tío, ¿para que cojones hacemos una candela? Estamos en puto verano, loco.

- Pues quítate la camiseta - me dice la amiga de la pelirroja, estas pavas están locas -.

Las ignoro y miro a Izan.

- Sin candela no puedes hacer de esto -me da nubes de azúcar para hacer en la candela- cometelas y cállate.

Sonrio y las cojo.

Era un loco de los dulces, me encantaban, absolutamente todo, chocolate..pasteles..chucherías..TODO.

- Yo quiero una -me sonríe María, puag otra vez con el coqueteo-.

- Lo siento, yo no comparto, soy egoísta -veo como me mira Andrea y me pellizca Izan el brazo-.

- Dale algunos.

Ruedo los ojos y le doy.

(***)

Todos se lo estaban pasando bien, bueno casi todos, Andrea seguía igual y yo estaba verdaderamente intrigado por saber que es lo que pasaba por su mente. Había aprendido ya que las amigas eran completamente diferentes, Ana era alegre, simpática y sociable mientras que Andrea era reservada y tenía un toque misterioso.

Todos charlaban animadamente, pero yo estaba realmente incómodo, María estaba a mi lado preguntándome cosas de mí. Era agobiante además de que no quería nada con ella.

Un rato después, Rafa, el chico que me había preguntado si era gay, que creo que se llamaba Miguel, María y su amiga, la cual se llamaba Natalia, se fueron cada uno a sus habitaciones.

- ¿Qué tal bro? - me mira Izan algo  preocupado -.

- Bien bien, ¿Por qué?

- Te veo distraído.

Ana y otra chica más calladita se levantan y empiezan a andar hacia sus habitaciones y ahí me doy cuenta de que Andrea no estaba, no la había visto irse.

- Izan, ve a la habitación, enseguida voy.

- ¿Todo bien?

- Sí - él asiente y obedece -.

Ando con paso apresurado hacia el lago, esperando a que esté ahí.

Ando durante unos minutos y por fin la veo, de espaldas a mí, mirando al lago. Me acerco y me pongo a su lado.

- Hey...