PROLOGO:

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PROLOGO:

El tic tac del reloj de pared suena por todo el cuarto, son las 23:46 y aún sigo bajo custodia por la policía, hoy todo fue un fracaso, nada salió bien, hoy sería el día que ganaría el dinero suficiente para poder cumplir mi sueño de  dibujar en los canales de Venecia, en una góndola con un bloc de hojas y un carboncillo en mi mano para plasmar todo lo que está a mi alrededor, capturar cada bella imagen que ilustran mis ojos. Pero al contrario estoy encerrada en un interrogatorio estéril con un policía pobretón que solo me hace preguntas incoherentes. Su demonio grita por ser liberado, lo único que quiere hacer es salir e ir a un prostíbulo, conseguir a la mejor puta del lugar y por una vez más montarle los cuernos a su esposa. 

Odio saber más de lo normal, algunos le podrían decir don, yo le digo una maldición, todas las 24 horas del día a cada persona que miro por más que trate de no mirar; siempre se me hace visible su pecado u oscuras intenciones, yo los llamo possedit porque cada vez que miro su aura negra se convierten en un ser espeluznante que comienza a susurrar a su maniquí (persona) confundiéndolo de sus virtudes hasta poseerlo por completo.

-ahora si pequeña mocosa dime quien es el maldito que organiza estas carreras- se veía desesperado, en la mayor parte de las veces sentía pesar por ellos. Tan débiles, ignorantes, insensatos, toda una podredumbre

Mi boca ha estado  sellada por más de cinco horas al oficial que le designaron interrogarme, el único movimiento que hago es tocar las puntas de mis dedos con la mesa de metal que está al frente mío, imitando tocar un piano

-haber pequeña que quieres a favor para que nos reveles la información, dinero, protección a testigos pide lo que quieras que te lo daremos- soltó una risa nerviosa

Levante mi ceja y lo mire por un buen tiempo, el possedit sabía que yo lo podía ver, me estaba  desafiando, haciendo que el maniquí imperfecto pierda la cordura y ataque incoherencias a mí.

-ya me canse de ti niñita- da un golpe fuerte a la mesa haciéndola estrepitar-sino me dices quien es el que hace esto te juro que te romperé la cara en...

La puerta se abre y entra un señor alto de hombros anchos, se siente tan orgulloso de su vida, cree que es mejor que los demás pero nada es cierto. Cuando el señor traspasa el umbral de la habitación lo sigue un hombre promedio de cabello castaño., ojos oscuros y debajo de ellos unas grandes bolsas oscuras, mi padre

-oh santa mierda-murmuro

-hasta que al fin abres ese pico

-Sr. Humman se puede retirar, el padre de la joven ya se hizo presente- el Sr. Orgulloso le abre la puerta para que el muerto de hambre salga de mi vista y sin ningún bufido sale de la habitación lo más rápido que pudo

Tengo mi espalda firme con los brazos cruzados en mi pecho, pero se me desplomaron cuando mi papá se me acerco y me sostuvo de los hombros

-hija porque haces estas cosas, porque... sus ojos estaban llorosos, por más que viera la imagen de mi padre afligido, no sentía que se me quebrara el corazon, no es que yo fuera un perro sin sangre pero no me causaba nada su sentimiento, yo ya tenía en práctica mantener la mente nublada con mi padre para no poder ver su possedit, solo no quiero conocer su lado oscuro nunca en mi vida

-señorita Burslett ya se puede retirar se le quitan los cargos, queda libre

- pero como si yo no dije nada

- yo pague la fianza hija, solo vámonos a casa, tengo que hablar contigo.

A camino a casa, una tempestad dificulto la visibilidad del camino, las ventanas se empañaron y yo hacía garabatos para evitar una conversación seria con mi padre, llegamos a nuestro departamento en el centro de White Willow/ Minnesota. Cuando estaciono el auto no espere ni un segundo me desbroche el cinturón de seguridad y Salí corriendo a mi cuarto sin antes recibir un grito de mi padre diciendo que me detuviera. En mi bolso tenía las llaves del departamento en ladrillo rojo. Abrí lo rápido que pude y entre a mi cuarto, le puse seguro a la puerta y bote el bolso en una esquina. Me deje caer boca arriba en mi cama solo miraba con distracción los dibujos que llenaban todas las paredes, todos de los possedits que veía, una pequeña parte retratos abstractos de mi madre, siempre soñaba con ella, una mujer con bata blanca, cabello rojizo y unos ojos grises vacíos, nunca podía leer en ellos solo me perdía como en un laberinto que nunca encontraba la salida. Cuando escuche la puerta del departamento abrirse me acerque a la mesa de noche y saque mi iPod, me puse los audífonos y me deje llevar por la voz de Mick Jagger.

SACRIFICEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora