[Hanbin, Bobby] Supermarket Sweep. ¦ trad.

Capitulo uno;

Todo el mundo pensaba que Hanbin era un niño tímido. Sus compañeros de escuela y sus padres lo pensaban. Era tímido, porque él no hablaba mucho. Era tímido, así que se quedó en su habitación. Su mamá siempre le decía que tenía que salir a la calle y hacer amigos, pero lo que no entendía era que realmente era tímido y que acababa de caer en el amor de la fabricación de la música. Era como su única pasión y si eso significaba no tener amigos en la vida real, estaba bien, porque hacer música era mucho mejor que conversar con los chicos de la escuela, de todos modos.

Solo era un año más o menor mayor que él, Hanbin podía ver sus videos en youtube, por la letra que escupía y el flujo invencible. Hanbin había decidido comentar uno de sus videos al azar, que termino siendo un largo dialogo entre ambos en relación con todas las cosas del hiphop. Durante meses se enviaron mensajes de ida y vuelta, y Hanbin incluso envió por correo electrónico algunas de sus letras, a las que Bobby siempre respondió con elogios y sugerencias junto con un montón de emoticones que amenazaban con arruinar su imagen de rapero hardcore, pero no algo que a Hanbin le importara.

Los meses se convierten en un año, y aunque sabía que probablemente era uno más de los seguidores de Bobby, casa mensaje de su hyung le hacía increíblemente feliz. Luego de la nada, Bobby le había pedido que enviara canciones grabadas, y aunque él trato de decirle que todo lo que tenía era una mierda, Bobby se negó a creerle y continuo preguntándole hasta que Hanbin finalmente cedió. Le tomo un día entero de trabajo duro para elegir la canción adecuada, tres días para arreglar las letras hasta que sean transitables y una semana más para realmente volver a grabar y editar sin querer todo el asunto. Pero hoy finalmente ha terminado y con el corazón golpeando, abrió su correo electrónico y adjunto el mp3. Su cursor se cernía sobre el botón de enviar por unos momentos, dudas comiendo su cerebro

—Tal vez debería escucharla una vez más.

—¡Hanbin!

La voz de su madre lo sorprendió cuando ella lo llamó y lo siguiente que sabía, que estaba leyendo las palabras Mensaje enviado en su pantalla.

—Mierda.

—¡Hanbin! —su madre gritó de nuevo, y rápidamente cerró su ordenador portátil en un intento de fingir que no acaba de enviar a Bobby su canción de mierda.

Se apresuró a bajar las escaleras y encontró a su madre en la cocina, hurgando en la nevera.

—Oye, mamá, ¿qué pasa?

—¿Puedes hacerme un favor y correr hacia el mercado y agarrar algunas cosas para la cena? —ella dijo, entregándole Hanbin una lista y algo de dinero.

—Por supuesto— el respondió. Normalmente los recados de última hora le molestaba, pero en el momento en que se tome cualquier distracción podía conseguir, y no era como si pudiera decir que no a su madre de todos modos. Así que sin pensarlo mucho, tomó la lista y el dinero en efectivo y se dirigió hacia la puerta, por lo que casualmente su camino hacia el mercado local al intentar su mejor no pensar en el hecho de Bobby podría estar escuchando su canción, en este momento.

Entró en la tienda y fue recibido de inmediato por el Sr. Kang, que había sido dueño de la tiende desde que tenía uso de razón. Después de haber memorizado los objetos, rápidamente hizo camino atreves de la tienda, el acaparamiento de los artículos que necesitaba antes de dirigirse a la caja registradora.

Cuando el pago las cosas, el Sr.Kang le hizo una pequeña charla, preguntándole por su madre y como le estaba yendo en la escuela. Hanbin contesto cortésmente hasta que fueron interrumpidos por un niño que había llego corriendo.

—Lo siento Jefe, la clase se alargó un poco más.

Hanbin sintió que un escalofrió le recorría la espalda cuando el desconocido hablo.

—Está bien, Jiwon.

Hanbin movió lentamente la cabeza, sus ojos abiertos en estado de shock cuando vio a Bobby de pie justo en frente de él, real. La linda sonrisa de alivio que sus labios emitieron, hizo que el corazón de Hanbin se acelerara, pero de repente los ojos de Bobby se posaron sobre él, y lo siguiente que sabía, había agarrado los comestibles y había corrido todo el camino a casa.

Hanbin nunca había pensado en sí mismo como una persona tímida, al menos no hasta hoy.