coincidencia.

capítulo 2

Me levanto del suelo haber con quien choque, dios no se por que siempre me pasa, que pena, alzó la mirada y me encuentro con un hombre muy sexy me quedo como una estatua mientras lo observó detalladamente, tiene un cabello lacio color marrón claro con destellos amarillos ojos color marrón claro, muy alto y una figura que dios me moja con sólo verlo una barba que lo hace ver muy serio.

Me sonrojo cuando me doy cuenta que me le quede viendo como una violadora nunca había pensado así de un hombre, pero no todo los días veo a un hombre así de sexy.

- si quieres te regalo una foto que dura más.

- quien eres? Por que estoy aqui? Por que me salvaste de los hombres ayer? Como te llamas? Donde estoy? De quien es esta casa?

- para, con tus preguntas solo te interesa saber que estas bien.

Se fue para una de las habitaciones y yo me quedé congelada ahí en el mismo lugar donde hablamos, quiero irme pero no se donde me encuentro tampoco tengo dinero bajo las escaleras y me encuentro con una sala muy grade y veo la puerta salgo y solo veo árboles. Donde estoy? Que hago? Sumida en mis pensamiento no sabia que había alguien presente

- para donde piensas ir estamos lejos de la ciudad es inútil que intentes regresar.

- quiero irme perderé mi trabajo, lucas estará preocupado por mi necesito llamarlo.

- no me interesa que se preocupen por ti, solo se que desde ahora trabajarás para mi.

- que tu estas loco? Ni te conozco?

- primero usted me respeta, como ya usted dijo no me conoce. todo se paga, usted me va a pagar por salvarla, trabajará para mi.

- que, si digo que no?

- yo siendo tu no lo querria saber. Entra afuera es peligroso hablemos en el despacho después de comer, se que no has comido nada.

Dudo en entrar por un momento pero se que lo que dice es verdad esto es muy solo y me da miedo que me pase algo así que entro sin protestar nada, cuando llegamos a la cocina veo a una señora ya de edad que esta cocinado y huele muy rico voltea y se me queda mirando cuando la vos ronca de el, le dice a la señora ella es mi nueva empleada ahora será mi secretaria algo así como mi mano derecha y vivirá aquí.

La señora se me acerca y me dice.

- cariño que quieres para comer tenemos listo el almuerzo pero si no te apetece eso te podría preparar otro cosa.

- ella es una simple empleada rosa lo que tengas ya preparado que se lo coma y si no le gusta que no coma, nadie se morirá si no lo hace.

- tranquila rosa, comeré lo que este listo no me importa que sea, no soy de esas que exige nada, hasta un mango me puedes servir y no me quejare. Le digo a ella con una sonrisa gentil.

A este hombre no llevo ni horas de conocerlo y ya se que me caerá mal es una persona fría, intimidante me da un poco de escalofríos recordar que viviré en el mismo techo que el, no es que sea malagradecida pero nunca le dije que me salvará, que me ayudara. Para que me dijera que como me salvo tengo que trabajar para el.

No se que haré, estando en mis pensamientos noto que ya tenía el plato de comida en la mesa no se come llegue a donde estoy sentada, esta comida está muy buena la pasta le quedo exquisita, término de comer y ayuda a rosa llevar los platos.

- yo no te contrate para que estuvieras cómo sirvienta así que deja esos platos donde estaban.

- no me importa que no me contrates pero me están dando un plato de comida y es lo mínimo que puedo hacer es esto.

Los llevo rápido al fregadero y los dejo ahí voy para donde esta el que por cierto no se su nombre cuando hablemos se lo pregúntare.

- ven vamos a mi despacho.

Entramos a su despacho era grande y a cogedor, tenia una mesa de estudio color marrón y un sillón grande de cuero negro al frete dos sillas parecidas a la de el pero mas pequeñas y un mini bar, en la pared hay varios cuadros desde lo más pequeños a el más grande. Todo se ve muy bien

- siéntate " me dice con una voz de superioridad"

- no me trates cómo un animal, por que como ves yo no soy uno, si es que no eres ciego.

- cuantas veces te tengo que decir que no me hables con ese tono. Soy tu puto jefe.

- ok no entiendo, tu mismo te dices puto? No se si es falta de respeto pero tengo unas ganas enorme de reírme.

-respetame te dije.

- no me da la gana, no eres mi PUTO amo.

No se por que, pero se queda callado y veo como se levanta se acerca a mi tratando de intimidarme, estamos tan cerca que escucho su respiración.

- no te metas con el fuego si tas segura que te puedes quemar.

Me da su última mirada y se va, dejándome sola en el despacho sin saber que hacer o que decir.

No se por que el es así conmigo nunca le hice nada, ni lo conozco tampoco me se su nombre ni el, el mio.

Salgo del despacho furiosa y me voy al cuarto donde me había despertado esta mañana cuando subo escucho cosas romperse voy rápido para donde se escucha el sonido y veo que la puerta del cuarto principal está abierta.

Entro cuidadosamente y lo encuentro en la cama sentado con la cabeza mirando al suelo y las manos llenas de sangre. No se que hacer, alza la cabeza y me mira se queda por un rato obserbandome hasta que decido ir al baño a buscar una caja de primeros auxilios la abro y saco un algodón y alcohol.

Me acerco a el cuidadosamente para que no se ponga furioso y le tomó la mano el me mira confuso, hasta que ve lo que traigo.