CAP #1

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y ahí estaba el, con su hermosa figura, atento a mi. sabia lo que quería, sabíamos lo que queríamos, lo que no sabíamos era como terminaría todo.

william stone, físicamente como cualquier chica lo desearía, alto, tatuado, una hermosa figura y una increíble personalidad, el típico chico de 20 años, seguro de si mismo, amante a las mujeres hermosas y a los buenos cuerpos, su gran intelecto, su capacidad de ver mas allá de todo lo que para otros esta imposible y su gran amor por las constelaciones lo hacían increíblemente hermoso.

y hay estaba yo kory odell, una joven de 19 años, no tenia el mejor cuerpo ni el grandioso cabello de la chica del anuncio de sedal, solo era yo, la divertida y alocada kory, amante a las novelas de amor, y a la buena música. 

les contare la historia de como alguien puede cambiar tu vida de una manera tan increíblemente hermosa y como  te puede hacer sentir de tantas maneras al mismo tiempo. 

como al cerrar los ojos crees que nadie te puede hacer pensar diferente, por que crees que eres fuerte e "independiente" y crees que no necesitas de nadie para salir adelante, crees que si un chico te deja simplemente seguirás tu vida sin siquiera ver hacia atrás.

hay estaba yo, sentada junto con mi soledad y una botella de ron, esperando que alguien desease compartir un poco de su tiempo con migo, pero menuda sorpresa, nadie aparecía, ni la sombra de aquellas personas con las que creías contar cuando te sintieras devastado y frustrado. 

y hay estaba el junto a su clan de nenas sexis, típicas zorras que te dan un buen rato de "placer" por unas cuantas monedas, chicas que a simple vista se veían hermosas, con sus grandes culos y sus enormes pechos. 

lo observe unos cuantos minutos, andaba tan distraído acariciando el culo de todas que siquiera se dio cuenta de que lo estaban asaltando, mientras una de sus zorras acariciaba su erección otra de ellas le sacaba su cartera, fue una dicha ver eso, se lo merecía por asqueroso. camino hacia su auto y entro en el, me observo por ultima ves y arranco.


7:00 am

desperté con mucho dolor de cabeza, creo que había bebido de mas, estaba envuelta el las cálidas sabanas, no quería levantarme pero para mi "desgracia agraciada" tenia que trabajar. dictaba clases en una pequeña academia de baile, eso era todo para mi, la danza, aun que mis padres jamas me apoyaron mucho, decían que seria una fracasada, que jamas saldría de mi pobreza tan "cotidiana" y en realidad tenían razón, no ganaba mucho, aquí en mexico los bailarines no eramos muy bien pagados, así que si querías tener éxito en la danza, tenias que al menos tener 10 años de experiencia, formar un increíble grupo de baile y mudarte a estados unidos. claramente yo no tenia los recursos, no tenia un increíble grupo de baile y no tenia 10 años de experiencia, así que no habían muchas opciones para mi.

me levante de la cama y tome una ducha rápida, salí de casa muy de prisa, ya iba algo tarde. entre al salón de baile y e hay que estaban todos mis alumnos listos para tomar clase, eran increíbles, los amaba en realidad. cada uno de ellos tenia una historia que contar, eran chicos con problemas de drogas, algunos otros eran habitantes de la calle. la academia era una ayuda comunitaria para ellos, mi función era guiarlos por el camino de la danza y mostrarles que bailar puede resultar siendo el mejor refugio de cada alma desamparada.


-kory odell? -la vos de un hombre que estaba tras de mi.

-si?, umm, tu eres?

-Oh, soy harry, mucho gusto, es usted una excelente bailarina.-dijo el hombre alto y apuesto, era un tipo de esos grandotes, musculosos, tenia pinta de bailarín, una piel blancuzca y un cabello desordenado.

-muchas gracias -sonreí ante su imprevisto alago -vienes a algo en especial? 

-en realidad si, señorita odell, vengo a decirle que usted a sido becada por la academia de artes tonson en estados unidos.

en ese momento me sentí morir, no podía creerlo, estaba irremediablemente emocionada, había sido becada.

-yo..... lo siento, es que no se que decir.- dije tartamudeando 

-no diga nada señorita, ya me retiro,  espere la carta de matriculas el próximo mes. 

-claro, muchas gracias señor harry. -dije esto ultimo y el señor harry se retiro de la sala 

esto si que era una sorpresa, no podía esperar para contar celo a mis amigos. Salí de la academia y me dispuse a caminar hasta la casa, no quedaba muy lejos, solo a unas 10 cuadras.

AUN QUE TU NO LO SEPASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora