Capitulo dos

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Capítulo 2.-Tú no eres mi vida, pero sí eres una parte muy importante de ella.

“ El mayor error es pensar que sin una persona no estás completa.
Yo ya estoy completa, tal como soy, y tú también.
¡Míranos! ¡Estamos completos! 
Pero ojo, eso no quiere decir que no me importes, ni que no te ame con todo lo que tengo.
Solo significa, que no, no eres mi vida, ni hoy ni mañana.
Pero si eres una parte muy importante, una parte que me hace feliz, la parte buena, esa eres tú. ”

                                                                                                     

IV

 

Aymee seguía deslizando su mano por el fino papel, mientras trataba de crear un rostro en particular, uno que había visto anteriormente en la televisión, pero que por alguna razón se rehusaba a quedarse plasmado.  No le salía, ni la nariz, ni los ojos y su boca era horrible. Arrancó la hoja y después pasó a arrugarla y suspiró, no se había levantado de ánimo ni para su mayor pasión y único consuelo...dibujar.  Había veces en que simplemente ella no deseaba salir de la cama, ni tener que enfrentar a las miradas y comentarios de personas que no conocían absolutamente nada de ella, cada día era más difícil, cada segundo que pasaba sentía como las ganas se iban al igual que su inspiración.

Nunca sobresalió por ser una persona muy optimista pero ahora, era de todo menos una persona feliz. Quizá nunca había sido feliz, pero ahora era más miserable de lo que había sido siempre. Cambió su rostro cuando vio a un chico acercarse a ella, lo había visto varias veces pero nunca nada en especial, para ella daba igual; un chico más un chico menos. Excepto porque este era realmente lindo, era alto, algunos—no tantos— años mayor que ella, sus ojos eran azules transmitían paz y tranquilidad,—como el mar, como un atardecer, como el lápiz deslizándose por el papel—casi podría apostar que se podría perder en esos ojos todo el día, en ese brillo especial pero que se empeñaba en ignorar.

Aun así sabía que era un chico igual que los demás, que solo vendría  a molestarla o a burlarse de ella.  Tan solo con saber que se juntaba con los más populares; y sobretodo con Alan, el chico más popularmente insoportable y que por alguna razón siempre la molestaba. Trató de ignorar como su corazón se encogía y comenzaba a ponerse nervioso, deseaba que ese chico desapareciera a cada paso que daba. Trató de meterse a la boca uno tras otro, múltiples bocados de su espagueti, rezando para que ese chico tomara otro rumbo, pero desgraciadamente el chico llegó y se sentó en la banca de la mesa, justamente delante de donde ella estaba, para quedar frente a frente.

Aymee no dijo nada, el chico no dijo nada y sólo sonreía, como si llegar a sentarte con la persona más odiada del instituto fuera cosa normal y algo que hacía todos los días. Bajó la mirada instintivamente e incluso trató de ignorarlo como hacía con todos los demás, esperó alguna burla o insulto por el chico de los ojos azules pero él no hacía nada, como si esperara a que Aymee diera el primer paso. Nada sucedió hasta que el ojiazul tomó la hoja con el dibujo "mal trazado" que estaba sobre la mesa, para desarrugarlo y observarlo.  Aymee se sobresaltó y en un dos por tres ya estaba tratando de quitarle el horrible dibujo que anteriormente había hecho.

—Oye, dámelo, es mío y además ahí no hay nada que te interese ver.—le exigió Aymee molesta y Alex le devolvió rápidamente el dibujo al verla tan alterada, el que se pusiera así no había sido su intención.

Llámame señorita marginada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora