Ángel De Papel [VERSION 2021]

Prólogo

¿Cuánto pesa el nombre de un Dios?

Él Dios.

¿Te has preguntado que pasa con esos personajes perfectos? ¿Esos personajes secundarios que aparecen solo para darle al protagonista una meta a seguir? El ejemplo a alcanzar. La figura de grandeza que personifica a la perfección la irrealidad que el mundo de renombre ofrece. Y sin embargo, siendo nada más que un nombre, él nombre, nadie se molesta en saber cómo se llama en realidad.

Uno de esos personajes se pueden encontrar en los suburbios de París.

En los callejones tan finos y elegantes, con una capucha cubriendo su cabello de la llovizna matutina y una mente perdida en Shakespeare y el café de la mañana.

Era el entrenador del gran Jack Fighter Beaucrox, la nueva promesa del boxeo. Un boxeador retirado demasiado temprano, que eligió el arte de enseñar, al arte de vivir.

Proclamado Dios en el ring, y Diablo en las calles, nuestro personaje secundario huye del cálido reflector de la noche y se vanagloria en la observación feliz de la vida de su estudiante, cual vieja chismosa.

El Dios, pasó a ser un personaje secundario.

Era el mejor.

Por supuesto, era también un hombre consciente. Conocedor de la fama adquirida inintencionalmente y perdida con mucha intención, el miedo hacia su figura y la reacción de un publico que aun gobierna su vida, simplemente se limita a observar. ¿Qué te queda después de la gloria?

¿Después que los grandes caigan a tus pies?

¿Qué podía encontrar, más que soledad y ruina? Terminar como todos esos contrincantes que suspiraron en la sangre a sus pies... No se trata de ruina, de redención, de olvido ¿Qué hay más allá?

Solo, el se sentía solo, de una manera tan desgarradora, tantas locuras y maldades en otros tiempos. Secretos y acciones guardadas bajo llave...

Y sin embargo, todo cambió cuando un día tocó a su puerta un Ángel diminuto.

Cabello de león y ojos de ratón.

Un ángel pidió su ayuda, un ángel asustada de todos los secretos que guarda la vida, salvo de él.

Pasados ocultos bajo una mala vida.

Heridas sanadas a fuego lento.

El diminuto ángel con manos manchadas, irrumpió en la vida de nuestro gigantesco y solitario entrenador, con dulzura y humildad propias de aquellos que sufren con alegría.

¿Qué puede hacer un personaje perfecto, más que abrir la puerta de su propia historia?

La violencia y la pasión no siempre van de a mano, pero sabiendo de los monstruos que se ocultan en los bolsillos de los soñadores, te invitamos a que siempre dejes tu corazón medio abierto, por si lo que alguna vez salió decide volver cubierto de sangre.

Y todo comenzó porque el demonio le dio al ángel una manzana.

AVISOS Y ADVERTENCIAS

(Versión 2021)

Esta es una historia nacida de mí imaginación, en base a información que he recolectado de diversas fuentes para hacer mis personajes y escenarios lo más reales posibles, sin embargo, muchos elementos de esta historia son puramente ficcionales, y así como pueden representar diversas cualidades de la vida real, también pueden vivir la suya propia, sin explicaciones ni similitudes.

Sí, pueden existir incoherencias, no soy perfecta. Estoy aprendiendo y cada vez intento superarme a mí misma, así que si buscas una historia totalmente perfecta sin ningún error en lo absoluto, date la vuelta. Hay idas y vueltas, creo que ningún personaje es totalmente bueno ni totalmente malo. Todos tienen sus personalidades, sus conflictos y sus historias. Sí, ellos también se equivocan. Los personajes perfectos no existen.

Esta es una novela de acción y romance, no significa que en la página dos los personajes se enamoren, ni que en la tres se agarren en una pelea titánica. Todo a su tiempo, y si no puedes leer el desarrollo correcto de una historia, no la leas.

A pesar de todo, quiero que disfrutes de mis palabras con todo tu corazón. Gracias a mis lectores que siempre me acompañan, y si eres nuevo, te deseo una lectura placentera y agradable.

Prometo lágrimas, patadas, insultos, gritos de emoción y suspiros enamorados.

Si disfrutas la historia o tienes alguna pregunta, no dudes en hacérmelo saber, adoro los comentarios, incluso los malos, siempre que sean constructivos.

Los amo, Lara