N/A: no pude evitar enamorarme de esta pareja. Culpa de mi novio. Pero encontré que para desilusión mía, casi no hay nada de material de ellos, solo muy muy pocos fics. Así que pensé en poner mi parte para aumentar el material de ellos. Son pequeñas historias, que pueden o no tener relación entre si, lo único que hago es poner pequeños detalles de sus historias, de como es que terminaron de pareja, de sus miedos, y todo lo que han pasado. Creo que se la merecen. Si a ustedes piensan en alguna situación en la que les gustaría verlos, por favor haganmela saber y tratare con mucho gusto de escribirla. Muchas gracias por su atención,
Magaly, si lees esto, lo publique aquí por ti.
Betty suspiro con resignación mientras veía la premiación del torneo de ese año. El equipo ganador había sido el de Ash, y eso la alegraba enormemente. Ella solo se limito a ver la premiación desde lejos. Este era el primer encuentro que tenía con Ash desde hace varios años, y no había sido tan bueno como tenia en mente. No lo aceptaría públicamente, pero extrañaba al pequeño niño que dejo de ver años atrás.
Sería mucho más sencillo si Ash fuera sincero con ella para decirle que estaba planeado, pero eso nunca sucedería. Betty sabía que Ash tenía algo en mente, por esa sonrisa suya tan engreída y las risitas que solía soltar, pero Ash era tan terco que jamás lo aceptaría. Lastima que ella lo conociera tan bien. Volvió a suspirar desganada. Extrañaba terriblemente a Ash, a aquel niño sincero y feliz que siempre la seguía a todos lados. Aquel que fue su primer compañero de juegos y aunque odiara admitirlo, su primer amor.
"Olvidalo Elisabeth, eso esta mal" se oyó decir a sí misma. No podía creer que fuera tan patética para estar seguir enamorada de aquel muchacho, aun después de tantos años. Estaba mal, se repetía constantemente. Ella era una mujer de una respetable y adinerada familia. Ash era el hijo de los amigos de sus padres, y también poseía un linaje que su familia tomaría como aceptable. El pequeño detalle era que Ash era solo un niño. Betty le ganaba por unos 8 años, y eso era demasiado. Betty prácticamente lo había criado, en cierta manera. Era como su hermanito, ella lo cuidó y lo mimo, le contaba historias cada noche y dormían juntos, y recordaba que ella era a la primera que acudía ante cualquier cosa. No entendía como se había terminado enamorando de él, de su hermano menor. Betty se repitio que debía ser la peor persona del mundo. Pero aún así, quería al menos poder ser capaz de cuidar de Ash, aunque sea en la lejanía. Sentía que se lo debía. Si, tenía una misión, pero nunca sería tan importante como asegurarse de que Ash estuviera bien, a salvo de cualquier maquilación y feliz. Aunque le doliera enormemente ver que para él, ella prácticamente era solo un recuerdo lejano y borroso. Sonrió con pesar.
Miro a Ash alzar el trofeo feliz, y por un momento su vista se paseó hacia donde ella se hallaba. Betty trato de borrar cualquier rastro de tristeza o de pesar de su rostro, y alzó la copa hacia él, en señal de brindis, con una leve sonrisa. Ash asintió contento, sonriendole sinceramente. Era lo único que podía hacer. Dio un suave trago a su bebida, antes de alejarse de ahí, para tratar de despejar su mente. No se dio cuenta de que Ash no la había perdido de vista en toda la ceremonia, ni que su sonrisa se volvió melancólica cuando ella se fue, pero aún así, no separó su vista de ella hasta que salió del recinto.
ESTÁS LEYENDO
Recuerdos de nuestra historia
RomancePequeñas historias acerca de esta pareja, desde como se conocieron a como llegaron a estar juntos. Porque ellos tienen una larga historia juntos