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Khalia.

—Lo siento, nena.— sólo escuche eso cuando Justin descolgó la llamada, tragué en seco mientras intentaba que responderle.— Pero no quiero perder nuestra amistad.

—No la estás perdiendo.

—¿No? Mierda, pensé que sí.

Hice una mueca con mis labios emitiendo un sonido algo extraño, iba hablar pero North comenzó a brincar en mi cama.

—¿Puedes dejar de brincar?— pregunté mientras ella negaba divertida.—North West Kardashian te estoy diciendo que dejes de brincar en mi preciosa cama... Gracias.

Escuche la risa de Justin, era tan dulce.

—¿Continuamos?

—Esta bien. Yo sólo quiero decir lo mucho que lo siento.— suspiró.— Creerías que lo que le dije a Hails en ese momento fue verdad pero no, lo nuestro es muy importante.

—Eso no parecía, Bieber.

—Lo es. Y me siento realmente mal, cariño.

—Pues...— North tomó una de mis brochas y salió corriendo. Demonios esta niña era un grano en el culo.—¡Kimberly Noel Kardashian ven y controla a la mocosa de tu hija!

—¿Que sucedió ahora?

—Te llamó después, te quiero.

Colgué la llamada, Kim se asomó por las escaleras haciéndose la ofendida.

—¿Te estás refiriendo a mi hija mocosa?— sus ojos se cristalizaron.— Por eso es que Northie no te quiere, siempre le tienes unos apodos tan feos.

Y ahí se encontraba Kim Kardashian llorando sólo porque había llamado a su hija mocosa, que exagerada.

—Deja de llorar ¿sí? No es para tanto, Northie sabe que se lo digo de cariño.— suspiré observando a Kim.— Además esa niña cogió una de mis brochas del maquillaje, es un demonio, un pequeño demonio.

—¡Le dijiste mocosa!

—¡Demonios Kimberly, eres muy malditamente exagerada!— grité.— Deja de llorar.

—No puedo. Tengo mis hormonas algo alborotadas, estoy pensando que...

—¡Mamá!— North grito desde la habitación y después escuchamos su llanto incansable, Kim me observo pero negué mientras me levantaba de su lado.

—Ve es tu hija.

Ella bufó mientras caminaba hasta donde se encontraba la pequeña North, regresé de nuevo a mi habitación llamando por segunda vez a Justin Bieber.

—Nena.

—Lo siento, tuve que colgar la llamada porque North se ha vuelto insoportable estos últimos días.— suspiré y escuche su risa.— Es así como un grano en tu maldito culo, no la volveré a cuidar.

—Cálmate, Khalia.

—Tienes que verlo por ti mismo para que me entiendas ¿de acuerdo?— suspiré.— Y bueno regresando al tema de antes, estás perdonado sólo se manejar esa boquita Justin.

—Créeme que la manejo muy bien.— rodé mis ojos.— Todas quieren tener sus labios sobre los míos.

—Sigue soñando.

—Muy pronto tú lo harás.

—¿Qué?

—Nada.

Suspiré, este chico está ocultando algo muy grave. Siempre está evitando algún comentario que hace.

—Cuéntame, no sabía que habías viajado a República Dominicana con tu novia.— me senté en el borde de la cama mientras analizaba mis uñas.— ¿Han follado?

—No.

—Vamos Justin todos sabemos que no puedes ni aguantar dos días sin sexo porque te mueres.— solté una carcajada. Amaba hablar así sin ninguna vergüenza con Justin.—¿Que dices?

—Tienes razón en eso, nena.— suspiro.— Pero Hailey no quiere nada de nada, sólo quiere estar en la playa, jugar con mis hermanos... Hasta Jaxon quedó encantado con ella.

—¿Mi Jaxon?

—Sí, nena.

—Dile a ese enano que nadie puede ocupar mi hermoso lugar en su corazón o si no no seré su dulce princesa que el rescatará.

—Él lo sabe y se lo dijo a Hailey.

—Menos mal.

—Aunque estoy celoso de esa parte que mencionaste.

—¿Cuál?

—De la princesa que Jaxon rescatará.— suspiro.— Tú eres mi princesa así que nadie te tiene que rescatar, sólo yo.

—Me confundes, bebé.

—Te hablo después.

Instagram Jenner; jb Donde viven las historias. Descúbrelo ahora