4. Uno más

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En ese momento me di cuenta que esta conversación estaba incomodando a Manuel, así que decidí cambiar de tema, diciéndole que me acompañara a buscar una golosina a la tienda, lo cual me di cuenta que alivio bastante a mi nuevo amigo Manuel.

............

Al terminar el receso.

-Vamos Adri, que puede llegar el profesor y no nos dejará entrar.

-Bueno, solo voy a pasar al baño y te alcanzo en el salón.

-Está bien no te tardes- me dijo y empezamos a caminar en direcciones distintas.

Al estar dentro del baño, escuche que entraba un grupo de chicas riéndose como focas con hipo.

"-Vieron que Manuel anda muy pegadito con la nueva. Dijo una de las chavas con voz demasiado nasal, ¿estará enferma?

-Uy sí que asco, te diste cuenta que es una gorda, probablemente se le acerco por pena, o ella se le pego como que es lapa, ya que un chico tan guapo como él no se acercaría a una chica como ella-auch eso dolió, aunque no es la primera vez que escucho comentarios despectivos, relacionados con mi peso, no dejan de afectar mí ya baja autoestima. Eso te pasa por andar escuchando conversaciones de baño, me regaña mi conciencia.

-Sí, tienes razón, Manuel es un príncipe, y merece estar con una princesa como yo – dice la chica que hablo primero, no puedo evitar rodar los ojos que diva.

- O como alguna de nosotras- contesta la otra y todo el grupito ríe, ridículas -.-'

-Si ajá, tu sigue creyendo eso Mara, aunque ambas sabemos que él va a ser mi novio- jajaja mis gordas, si supieran que Manuel es gay.

-Eso está por verse Lucia- contesta la chica que ahora sé, que se llama Mara, y después de eso se escucha la puerta ser golpeada con fuerza y escucho a las chicas salir.

Salgo del servicio y me lavo las manos, definitivamente tendré que andar con cuidado, esas chicas tienen todo el perfil de las típicas cabezas huecas que disfrutan haciendo de menos a los demás."

Cuando voy caminando por los largos pasillos del lugar tratando de orientarme, ya que no recuerdo por donde vine, voy pensando en la conversación que escuche en el baño, y llego a la conclusión que, si no quiero pasar nuevamente por la situación que viví durante los años de primaria, tengo que ser cautelosa y manejar bajo perfil.

Por fin luego de varios minutos y gracias a la ayuda de un chico que me tope en el pasillo logre dar con mi salón, lo se lo sé, mi sentido de orientación es una mierda, como era de esperarse ya iniciaron la clase, así que me acerco de forma cautelosa a tocar la puerta, y me llevo una sorpresa al darme cuenta que ya no es el mismo profesor de un rato ahora es una maestra, que me observa de forma extraña.

- ¿Necesitas algo? - me pregunta.

-heeee, disculpe soy nueva y ammm me perdí en los pasillos luego del receso ammmm y quería saber si usted me da permiso de entrar, le prometo que no se vuelve a repetir- la maestra me observa por un largo rato, esto me está poniendo muy nerviosa, al cabo de un rato se hace a un lado y me indica que pase.

Como cosa rara, todos se me quedan viendo, y yo solo agacho el rostro para pasar entre los escritorios e irme a sentar donde esta Manuel, pero la maestra me detiene.

-Ya que eres nueva me presento, soy Lorena mucho gusto- dice de forma amable y con una cálida sonrisa la maestra, yo solo asiento con la cabeza, mierda se supone que yo me tengo que presentar.

-aaaaa emm yo soy Adriana digo con una pequeña sonrisa- mierda nunca me han gustado este tipo de situaciones menos cuando noto que todo el salón nos observa.

-Bueno, jóvenes ella es Adriana y es nueva en el grupo, por lo visto el profesor anterior no hizo las presentaciones, pero espero que ustedes se hayan acercado a ella para presentarse-ajá si claro maestra.

-y no nos va a comer? - pregunta un idiota en el fondo, y todos empieza a reírse vaya que extraño.

- Lo dudo se me puede pegar lo idiota- le respondo de forma sarcástica y todos se callan. La maestra haciéndose la desentendida me dice que pase a mi lugar, y yo con la autoestima por el suelo, camino con la cabeza gacha a mi lugar.

Uno más, un chico que se suma a la larga lista de personas que me han herido con sus palabras, creo que ya debería de estar acostumbrada a este tipo de situaciones, pero no sencillamente no, ¿Cómo te acostumbras a que te humillen y se burlen de ti por tus defectos sin saber tu historia? Pero bueno, solamente puedo defenderme, como siempre lo he hecho y actuar como si todas esas palabras hirientes no me afectaran.

Al llegar a mi lugar, la maestra continua con la clase y eso ayuda a que Manuel no me pueda preguntar nada, ya que en este momento no tengo ánimo para hablar con él.

Al terminar la clase, recojo mis cosas lo más rápido que puedo y salgo casi corriendo de ese lugar, evitando a toda costa a Manuel.


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