📖Parte 2📖

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Mientras la rubia me tocaba las tetas y la otra me besaba el cuello, empezó a abrirme el albornoz y a meter una de sus manos, rozando suavemente mis pezones. Entre tanto, la morena se levantó y se acercó a mí, poniéndose de rodillas delante de mí y empezó a besarme en la boca, haciendo jugar su lengua con la mía. A todo esto, yo ya estaba muy caliente y mojada. Las paré de repente y les dije que subieran conmigo a la cama.

Subimos a mi habitación, y mientras la rubia alta me quitaba el albornoz, las otras dos se desnudaron, tirando toda su ropa al suelo.

Yo me encontraba de pie junto a la cama totalmente desnuda, y la rubia pequeña empezó a tocarme las tetas desde atrás con sus dos manos, mientras la morena se arrodilló y empezó a pasar su lengua por mi ombligo, bajando, bajando hasta llegar al clítoris. Me puse como nunca. Todavía no habíamos empezado y ya estaba a punto de correrme.

Mientras esto ocurría, la rubia alta se había quitado la ropa, y se acercaba también muy despacio y muy excitada, tocándose sus pezones con una mano y su chochito con la otra.

Siguieron durante un minuto en esta posición mientras la rubia alta se había incorporado al grupo y me abrazaba por delante, morreando conmigo apasionadamente.

No pude aguantar más y tuve un orgasmo bestial, soltando un suspiro –AAHHHHHHH-.

Pero lejos de dejar la faena, y decididas realmente a hacerme disfrutar de lo lindo, me pusieron a cuatro patas en el borde de la cama con el culo hacia fuera, y una en cuclillas debajo de mí siguió chupándome el clítoris, mientras que la morena desde atrás metía su lengua por mi culito y la rubia más alta, subida en la cama me tocaba las tetas, haciendo que mis pezones se pusieran durísimos y me besaba en la boca. Acababa de correrme, y seguía estando excitada.

Después de un rato haciéndome esto, me fui hacia delante y me tumbé en la cama. Ellas tres estaban excitadísimas, y se tocaban entre sí. La rubia pequeña le dijo a la morena:

- Chúpame, por favor.

La morena hizo lo que le habían pedido. Le estaba chupando el coño a la otra chica arrodillada delante de ella, que se había tumbado a mi lado. Viéndola retorcerse de gusto y jadeante, mientras la rubia más alta seguía chupando mi clítoris, me puse como una moto, y sentí deseos de intervenir también en aquello, por lo que me puse a tocarle las tetas a la chica rubia que tanto estaba disfrutando. Mientras hacían esto, la rubia más alta me dejó temporalmente para ponerse a besar a la morena. Yo, además de tocarle las tetas a la rubia pequeña, que tenía los pezones duros como piedras, empecé a besarla en la boca. Le agarré las tetas con las dos manos, y mientras la besaba, haciendo voltear mi lengua con la suya, notando su aliento y su respiración acelerada en mi boca. Al mismo tiempo, notaba las violentas caricias de mis otras dos compañeras de orgía en mi espalda y mi culo. Finalmente, sin tardar demasiado, la chica rubia se corrió entre resoplidos y gemidos de placer.

La rubia más alta, que se estaba masturbando con sus dedos mientras besaba a la morena, mientras la otra rubia descansaba, se puso de rodillas en la cama, tocando las tetas a la morena y besándola. Yo me uní a ellas, y las tres de rodillas sobre la cama, empezamos a tocarnos nuestros clítoris unas a otras, mientras nos besábamos unas a otras y nos frotábamos nuestros cuerpos. Finalmente, la morena, a la que yo estaba masturbando, empezó a gritar:

- Siiiiiii, sigue! Sigue!, no pares........

Y mientras se pellizcaba sus pezones, con la mirada extraviada en pleno éxtasis, la otra chica (rubia alta), empezó a chuparla por todo el cuerpo, besándola en la boca apasionadamente. La chica morena se corrió retorciéndose de placer.

Alguien sacó un consolador, y la rubia pequeña se lo empezó a meter a la rubia más alta, mientras la morena le chupaba el clítoris, a estas alturas de la fiesta, estaba tan excitada que no aguantó demasiado hasta que se corrió.

Yo estaba arrodillada en la cama. Entonces la morena me abrió las piernas y empezó a meterme el consolador mientras me besaba en la boca. La rubia pequeña me chupaba el ano desde atrás. Otras veces que mi marido había hecho esto, me había gustado, pero en esta ocasión, en esta situación, me estaba resultando especialmente placentero. Me puse a cuatro patas, de manera que estaba mucho más accesible para que siguieran haciéndome aquello que tanto me estaba haciendo disfrutar. La rubia más alta, que todavía estaba tumbada en la cama empezó a chuparme los pezones desde abajo.

Yo estaba como loca, sintiendo un placer brutal. Jadeaba y decía con voz entrecortada: -seguid, seguid, no pareeeis-.

Sin embargo, y como si supieran lo que yo estaba deseando realmente, me tumbaron boca arriba en la cama. Mientras la morena me empezó a besar en la boca, la rubia pequeña me chupaba las tetas y la otra me chupaba el cochito, moviendo su lengua sobre el clítoris. Estaba disfrutando muchísimo. Muchas veces me había imaginado esta situación, pero nunca había experimentado algo igual. Creía que iba a volverme loca de placer.

Yo ya estaba a punto de estallar. Estaba más excitada que nunca. Entonces noté que algo estallaba dentro de mí, y tuve un orgasmo múltiple, larguísimo.

Una vez que terminamos, apareció Luis en la puerta de la habitación, y mientras nos vestíamos, preguntó:

- ¿Lo habéis pasado bien?

Todas nos reímos con algo de vergüenza (al menos yo), y Luis dijo: bueno, pues si tan bien ha estado, podemos pensar en repetirlo alguna vez, y añadió:

- Y a ver si la próxima vez me dejáis participar

Después de esto seguimos un rato en la cama, mientras mi marido nos miraba. Cuando todas estaban satisfechas, lo dejamos, aunque yo habría seguido un poco más, porque mientras las veía me había vuelto a poner como una moto. Esto lo arreglamos después de que las tres chicas se fueran entre mi marido y yo.

🎉FIN🎉

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⏰ Última actualización: Jan 06, 2017 ⏰

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