Mi Chico Mata Divergentes.

14 Inteligencia, Fuerza Y Belleza.

Despierto sobresaltada, sudada y con la respiración agitada. Era un sueño, estaba segura. Era todo muy raro.

Estaba con Bobby, él y yo en un parque jugando a las escondidas. Nada más que eso. No fue terrible, pero fue suficientemente escalofriante como para que sudara y agitara. Recién lo conocía y ya soñaba con él. No me paso con Eric, que es hermoso y un monstruo, y me pasa con el Bobby, que es muy mayor, no es tan lindo como Eric, y no es mi tipo.

Me levanto de la incómoda cama al entender que ya no podría conciliar el sueño. Tomo mi ropa y camino a las duchas, voy a la última y me baño cuidando de que nadie despierte y me espie. Con Peter y Drew de compañeros, no me daba la confianza para hacerlo tranquila.

Salgo de la habitación ya vestida y bañada, no sé que hora es, así que voy directo a la sala de entrenamiento. Allí estaban Eric y Cuatro, me miraban raro, pero solo los ignore y me puse a entrenar. Primero con los cuchillos, y me alegraba poder presumir que mi puntería mejoro, luego fui con el saco. Estuve golpeando el saco hasta que un pequeño sonido se escuchó, y después Cuatro se fue en la dirección en la que yo llegue.

-Has madrugado- dijo Eric detrás mío. Me detuve y lo mire.

-Sí, sueños locos- le dije sonriendo.

Saque mi chaqueta de mezclilla por la calor que sentía, quedando en un peto y dejando mi abdomen al aire. Aun no llegaba a sudar.

Vi la pequeña botella de agua en las mano de Eric y no dude en quitarse la. Podría no sudar, pero aún así tenia calor y sed. Me miro mal y luego se acerco a mi, me aleje y rápidamente bebí antes de que me la quitará. Cuando estuve satisfecha, se la entregue, pero solo la dejo en el suelo.

Loco.

-¿Me la querías quitar para dejarla en el suelo?- asintió sonriendo mientras se acercaba. Retrocedi por su mala sonrisa. -Idiota.

-Nunca dije que te la quería quitar.

-Vi tus intenciones.

-Viste mal- levante mis dos cejas. -Yo no quería hacer eso.

-Pues deberías haberlo dicho- dije fingiendo enojo. -Así no me hubiera apresurado en tomar.

De un movimiento muy brusco tomo mi cadera y me acerco hacia sí. Me queje cuando su duro pecho choco con el mió, provocando que Petunia y Jacinta tuvieran un poco de dolor. Antes de siquiera poder quejarme sus labios estuvieron moviéndose duramente en los míos. Al principio caí en la enorme tentación, pero luego me acorde de que anoche me prometí no dejar que me besara.

Realmente soy mala cumpliendo mis promesas.

-¡No!- hable fuerte. Me hizo callar con otro beso más, casi caigo de nuevo, pero alcanzó a detenerme. -No... puedes besarme- bajo la vos a las últimas dos palabras. Se acerca a besarme, sin embargo lo detengo con mis manos en su boca. -¡Eric!

-¿Qué?

-¡Te dije que no me besaras!- bajo la vos otra vez.

-¿Por qué no?- pregunto confuso.

-Porque ayer no me dijiste que la chica era hija de un lider, ¿Qué pasa si me castiga o algo raro?

-Siempre puedes tener otros dos líderes que te apoyen, quizás tres.

-¿A qué te refieres?- le pregunte. Retrocedió soltando mi cadera.

-¿Quién sabe?- levanta sus cejas rubias y hace una maldita sonrisa.

-¿Qué...?

No alcanzo a terminar mi pregunta, ya que el rostri de Eric se vuelve serio en segundo. Segundos en los que entran todos mis compañeros de iniciación, eso me recuerda a que no había visto mi numero en la tabla.