Respeto de Cazador

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Y aunque fue el primer gato, no se resignó, evolucionó dando pequeños saltos hasta volverse una buena cazadora; y por presa la ilusión, ya nada de estambre.

Ahora compartimos el hecho de ser cazadores, de asediar suavemente bajo el cielo estrellado, pisando asfalto, en medio de un discurso social; viviendo de cómicas expresiones de ternura, con los dientes apretujados, la mirada puesta en el horizonte, en el sueño, en la muerte, en Chejov, Caicedo, Casona, o en el simple sabor de una cerveza y una buena canción de Rock.

Simples poetas de la vida en busca de un reencuentro que siempre suscita esperanza de cambio; de un mundo que amanezca y conserve el ambiente de la noche, pero de una noche con aroma a primavera.

Es mi amiga, mi hermana, mi bohemia intuición, mi locura de hace unos años; el recuerdo que me incita a seguir en la lucha, cual lobo estepario, exiliado, llevando su hogar a cuestas., y la promesa de volver a moder aquellos cachetes.

Ella es ahora un zorro, uno que respeto, e intento sostenerle la mirada; uno que caza en otras tierras, aunque no tan lejos de la estepa, pero que aun así me muerde el corazón, se apodera de mi territorio, de mi respiración; un cazador más, con los mismos instintos, con las mismas tácticas, casi con las mismas, solo que ahora juegas por el mundo; ahora te golpeas de lleno con paredes sociales, no familiares; ahora cazas almas no ocio.

¿Puedes cazar al cazador?

Pensamientos AleatoriosWhere stories live. Discover now