Yo soy Lýkos

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Yo nunca dejé de ser un lobo,
un lobo en toda la expresión de la palabra;
siempre fui el mismo cazador,
siempre estuve sujeto a los mismos instintos;
nunca me enamoré de la cordura;
por eso imité incluso gatos, astros y humanos.

Ahora solo me queda preservar las bases de mi cuestionable moral de cazador,
respirar hondo, observar la nieve buscando las hojas del otoño,
voltear y emprender el exilio en la estepa.
Sé que a mi regreso no he de encontrar ovejas.

Pensamientos AleatoriosWhere stories live. Discover now