Once Upon A Girl

Capítulo 4.

Baelfire tira de mi chaqueta varias veces para que avancé.
-¿Porqué te interesa tanto en saber si tengo magia o no?-le digo tranquilamente y Baelfire voltea a verme con el ceja arqueada.
-¿Qué acaso no puedo tener curiosidad?- lo dice en un tono retador
-Sí, pero la verdad es que jamás he querido intentarlo, mamá lastimo a mucha gente mientras aprendía a usar su magia.-le digo y comienzo a caminar, no entiendo porque le interesa tanto saber si tengo poderes o no, aun así no es de su incumbencia, solo lo conozco de un día, y ya me quiere tratar como si nada.
-Okay, no volveré a hacerte una pregunta sobre la magia a menos que tu me lo preguntes.

Antes de llegar a la casa de Regina , nos encontramos a Neal.
-¿Ellie? ¿Qué haces por acá?-dice Neal dándome un abrazo.
-Solo quería venir con Regina y contigo para pasar un rato.-le digo y le regaló una sonrisa mientras el arquea la ceja, supongo que es por el gesto.
-Hola, soy Baelf....
-No necesitó saber tu nombre, adiós.-Las palabras de Neal salen disparadas cuando Baelfire le estrechaba la mano.
-¡Oye, espera! El ha venido conmigo, no tienes por ser tan grosero
-¿Porqué no ser grosero? El es un chico peligroso Elizabeth, mas vale que no te juntes con el, o te juró que haré algo de lo que no me crees capaz.-Neal lo dice de un tono frío, como si fuera Baelfire fuera un verdadero peligro.- Es por tu bien, no quiero que nada te pasé.-Me dice Neal abrazandome como si nunca hubieran salido esas palabras de su boca.

Me suelto de Neal y me dijo hacia donde se fue Baelfire. Aunque de un momento a otro ha desaparecido, ¿acaso le temió a Neal?

-¡ELIZABETH REGRESA AQUÍ AHORA!-Busco a Baelfire más rápido.-¡ESTO NO SE QUEDARÁ ASI HERMANITA! KILLIAN SABRÁ DE ESTO!-Volteó a ver a Neal, va hecho fuego, pero ignoró su comportamiento.
Jamás lo había visto tan celoso conmigo.
¿A donde se habrá ido Baelfire?

Veo a Baelfire salir de la biblioteca como si nada hubiera pasado.
-¿Qué ha pasado? ¿Te encuentras bien?- me dice Baelfire con ternurez, mientras acaricia mi cara.
-Me encuentro bien, gracias. ¿cómo es que te fuiste tan rápido? Me despegue de ti por tan sólo 10 segundos y después no te he visto ni el polvo.-Le digo y doy un paso hacia atrás, aunque esa voz la había escuchado antes, esa dulce voz, ¿pero dónde?