Llegamos a el lugar donde se celebraría la dichosa fiesta pero ya no tenía ganas de estar aquí, todavía estamos esperando en la limosina, solo podemos bajarnos cuando nos indiquen. Ughhh tenerlo cerca ahora mismo es lo peor, que benditas ganas tengo de darle un buen golpe y decirles 2 o 3 groserías. El conductor nos hace una seña de que debemos bajarnos y al salir me dejan ciega las luces de las cámaras, wow, si que se toman en serio esto, sin mentirles hay como 30 cámaras hacia nosotros, mamá me toma del brazo y por el otro Aaron hace lo mismo, tengo ganas de sacármelo pero no lo hago ya que no quiero formar un escándalo. Su tacto me quema, si el tan solo supiera lo que causa en mí.
Seguimos caminando hasta toparnos con una entrada de cristal, es enorme y brilla como ella sola, el lugar es impresionante y mínimo como 400 personas en este lugar. Anthony nos presenta con mucho orgullo pero no me gusta que le diga a las personas que soy su hija cuando mi mente en lo que piensa en que cuando su hijo me daría duro contra el muro, pero que rallos estoy pensando este hombre me volverá loca. Nos asignan nuestros asientos y nuestra mesa la compartimos con la familia Pérez, su hijo es todo un adonis, no puedo dejar de mirarlo estoy siendo un poco descarada ya que tengo a mi chico en la silla a mi lado pero no me importa el se lo merece por ocultarme tal cosa, además esto tiene que acabar yo no puedo permitir tener más orgasmos con mi hermanastro. Estoy tan concentrado en mis pensamientos que no me había dado cuenta que Aaron había puesto su mano en mi muslo derecho, su mano se siente tan bien ahí pero se la quitó de sopetón y el me mira con enojo, no entiendo porque se molesta si la que tiene que estar furiosa soy yo.
Ahí está - dice mamá y cuando todos miramos era Frederick, si que son guapos los hijos de Anthony
Buenas noches a todos - dice cordialmente sentándose, comienza hablar con los adultos y yo pues sigo mirando y pensando hasta que una voz me llama la atención-Nunca te había visto, ¿como te llamas? - dice uno de los hijos del señor Pérez
-Catalina y tú? - digo con una sonrisa bastante radiante para ser sincera
-Jesus, es un placer
-Igualmente guapo - ¿Guapo? ¡Pero que carajo! Okay, si, lo admito sé que Aaron esta pendiente a nuestra conversación por eso lo dije
-¿Te gustaría acompañarme a la barra? - dice y wow que mirada.
-Ella no puede es menor de edad y tiene que venir conmigo para buscar algo afuera - contesta Aaron con un tono un poco brusco. Así na' más me saca a la mala del lugar, bueno no a la mala yo me levante y camine con paso firme, quiero saber que me tiene que decir. El camina sin decirme a dónde va y yo solo lo sigo en silencio, parece conocer muy bien este edificio, subimos al elevador y le pregunto qué a dónde vamos pero me ignora y eso hace que la rabia me empiece a subir, nos deja en el piso 11 y caminamos hasta llegar a la habitación 345 , no hacemos más que entrar y empieza a votar mierda por la boca
-que puñeta hacías allá bajo? Querías vengarte por no decirte lo de nuestros padres? O es que eres tan fácil como para estar con dos al mismo tiempo? - no pasó ni un segundo y mi mano ya estaba chocando su cara
-No te atrevas hablarme así, no soy una cualquiera y si le conteste por joderte pero sabes algo esto se acabo. No serás nada más que mi hermanastro y no sabes lo mucho que me repugnas- el trata de hablar pero le grito que me deje terminar- eres un infeliz, dices que estás enamorado de mi pero solo me haces sufrir, no dejas que este feliz
-Catalina no es así, yo no sé cómo tratar con esto, tú no entiendes lo que es saber desde hace tiempo que serías mi hermana, no entiendes que lo único que pienso es en follarte, y te quiero para mí y no me importa nada pero eres mía
-Por que no me lo dijiste? Por qué?
-tenía miedo de que esto pasaría, de que terminarías conmigo
-No se puede terminar algo que no comenzó y quiero que respetes mi decisión - sus ojos brillan se que quiere llorar pero no lo hace, se toma el pelo en modo de frustración
Pero yo no puedo, no puedo verlo así, me estoy haciendo daño, lo necesito cerca y entonces no lo pienso y me tiro encima y lo beso, el beso es demasiado agresivo pero me encanta, el me pega a la pared, estamos tan concentrados que no escuchamos la puerta abrirse solo vemos una mirada y oh oh es Frederick.Nota:
Espero que les esté gustando la novela tanto como a mí contarla ya que muchas de las cosas son verídicas. Voten y comenten. Gracias a todos ❤Foto de Frederick 😍
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Mi Dulce Desgracia
Teen FictionElla aprendió a no confiar en los hombres y el aprendió a no valorar a las mujeres pero ¿lograran cambiar eso de cada uno?