BRILLA, LUNA

CAPÍTULO 1: Aspen

Aquí comienza la "mejor parte de la vida" para la mayoría de la gente. Bien, yo no soy la mayoría.

Mi nombre es Tyler, tengo 18 y soy recién llegado a esta ciudad, un tanto deshabitada, fría pero con unos paisajes únicos... EN VERDAD ÚNICOS. Vivo a tan solo 4 calles de la entrada a la Red Mountain, una de las montañas mas conocidas de los Estados Unidos para realizar un deporte que amo que es el Ski. En parte estoy contento por poder disfrutar de este hermoso paisaje y mi casa, de un piso pero de gran longitud, en la que tengo por primera vez una habitación para mi, privada y que nadie entrará.

Antes vivíamos en Houston... Ya saben, edificios, grandes mercados, ruidos y de mas. No soy el único de la familia... Mi madre, Susan, se puede decir que hace bien su papel de madre. Aunque como cualquiera, ella tiene sus problemas y cuando ellos aparecen, puede que sea mejor no hablarle. Luego estan mi hermanos, Patrick de 22 años ( El monstruo que hace mi vida imposible y el cual muchos dias me hace llorar sin parar) y Sara de 12 años. Ella es buena hermana cuando quiere aunque tambien suele ser muy sencible por las peleas de mis padres. Ellos están divorciados hace 3 años. A mis hermanos les afectó bastante la separación, a mi no tanto, soy fuerte como una roca aveces. Pero otras no...

Mi padre vive en San Francisco con mis abuelos. El no quizo volver a la ciudad donde nosotros viviamos, le traían malos recuerdos de experiencias vividas. El nos llama todas las noches y nos deposita dinero para gastos.

— Tyler, ¿ puedes subir estas cajas a tu habitación por favor? Son tus pertenencias— Me dice mi madre mientras carga unas cuantas cajas.

— Claro madre, ya lo hago—

— Y hijo... Recuerda que mañana comienzas la universidad, ¿ tienes todo para tu primer día?—

La universidad. La peor palabra que he escuchado en mi vida. La razón por la cual no puedo levantar la caja que mi madre me ha dicho que levante. Es una pesadilla saber que comenzaré esta etapa llena de "fiestas" y profesores chiflados. No puedo imaginarme ni un dia en ese infierno, con bravucones rondando por todos lados y zorras que se acercan para calentar. <<Tranquilo Tyler, son solo 6 años y luego no pisaras nunca mas una universidad>>

— ¿Hijo?— Dice mi madre mientras me mira con cara rara.

—Si madre, perdón.

No quiero comenzar. Quiero dormir hasta tarde y dormirme tarde sin importar el horario. En la secundaria, Yo era el típico niñito que andaba solo por todos lados, con sus auriculares y su música "rara". Nunca logré entablar buenas relaciones con nadie, era muy cerrado. Espero que este año se pase rápido y no tenga ningun problema, lo que faltaba es que alguien venga a molestarme en los años que deciden el futuro de mi vida.

Subí a mi cuarto, saqué mi laptop y busqué en un mapa la ubicación de mi casa y la de la universidad. "Colorado Mountain University" <<WAAAAW>> Pensé. Muchas actividades al aire libre, deportes, clases con profesores de otros paises y más. El grán problema aparte de la soledad que voy a sentir al no estar incluido con la gente de aquí, es que la universidad queda a unos cuantos kilometros de mi casa. Necesito buscar la forma de llegar, Colectivos, lo que sea. La línea 601 y 602 me dejaría en la puerta de la universidad partiendo a dos calles de mi casa y sería un viaje de aproximadamente 45 minutos. Bien, no está tan mal.

— ¡Chicos, a cenar ya!— Grita mi madre desde la cocina.

Al llegar a la cocina puedo sentir el dulce aroma de una cena bien caliente para un día tan frío. Estaba con una bufanda verde y un sweater de lana rojo bien abrigado, en el exterior no superaba los 2 C° de temperatura, podía sentir como se congelaban mis dedos al tocar las ventanas que rodeaban la cocina donde mi mama nos estaba esperando con los platos llenos del guizo de lentejas que a ella le encanta hacer. Enrealidad es una receta de su mama, mi abuela, que es una de las mejores cocineras que conocí en mi vida. De esas a las cuales no se le puede copiar nunca el gusto de cada comida, era único.

—Bien chicos, sirvanse, coman rápido y vayanse a dormir.

Se levantó de la mesa, y se fue directo a su habitación

—La loca denuevo a la cueva— Me dice Patrick con la cara asquerosa de siempre.

Mientras comía, buscaba con mi smartphone información sobre la gente que estudiaba en la universidad. Me sentía muy preocupado por como suele ser la gente conmigo. Mientras nadie me moleste, yo seré feliz, o lo intentaré, claro.

Luego de terminar los ultimos trozos de carne y lentejas, limpio mi plato como a mamá le gusta que lo haga y voy a mi habitación. Ya eran las once de la noche. Me recuesto en mi cama como para mirar un poco de TV y de un segundo a otro...