No podía dejarlo así. No ahora, cuando por fin todo iba para bien; él lo amaba, hacia días se lo estaba repitiendo en su oído mientras hacían el amor. Porque eso hacían .El amor. Porque ellos se amaban. Y si él lo amaba ¿Por qué lo estaba dejando por medio de una patética carta, días antes de mudarse, de por fin ser libres de este barrio de mala muerte y de este maldito pueblo?
No tenía idea de cuánto tiempo había estado en la habitación de Harry, la cual se encontraba vacía, tal como el resto de la casa. Solo sabía que aún seguía en blanco, estrujando el pedazo de papel entre sus manos. Al principio creyó que era una broma de mal gusto, pero luego de la séptima vez que leyó la carta y al caer en cuenta de que no había ninguna pertenencia de Harry o Anne...No le quedó otra que volver a leer la carta
"De seguro cuando leas esto vas a estar preguntándote mil cosas, o vas a estar enojado, o puede que la estés releyendo porque sigues en estado catatónico. En fin, antes que nada quiero que sepas que te amo Louis, nunca dudes de mi amor. De seguro que te estarás preguntando ¿Por qué? ¿Por qué días antes de mudarnos? ¿Qué está pasando? No puedo responderte con exactitud qué está pasando, pero a veces para no dañar a los que amamos nos tenemos que alejar, porque directa o indirectamente, queramos o no, el daño es inevitable y ponemos la vida del otro en peligro; y me jure protegerte hasta de mí mismo Louis, no importa si terminas odiándome jamás me perdonaría que te dañaran. Lamento el tomarte de sorpresa y que te tengas que enterar por medio de una carta mediocre, pero no hubiera tenido el valor para hacerlo de frente. Te amo Louis y prometo que voy a volver por ti, solo que tendrás que esperar un tiempo.
PD: Ve a la veterinaria de Oscar, él te va a dar unos calmantes para Dusty así podrá viajar tranquila. "
El ojiazul simplemente se limpió las lágrimas intentando retener las que querían salir y corrió fuera de la casa.
"Jamás me perdonaría si te dañaran" pues en ese momento Louis sentía un dolor indescriptible que le apretujaba el pecho y no lo dejaba respirar, sentía que le habían clavado una daga en el medio del corazón. Y la daga tenia nombre y apellido.
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17BLACK
Random"-¿No crees que eres hipócrita?- Le susurro el rizado, sus labios formando una sonrisa sombría - Me declaras un maldito por abandonarte, pero no queres escuchar mis explicaciones - Sus labios estaban a milímetros, en una leve caricia que lo estaba...