— ¡______! —Exclamó mi hermana apareciendo en el cuarto con el rostro transformado de preocupación— ¡¡Dios! ¿Qué diablos es lo que ocurre? —Me tomó de los brazos y buscó mi mirada con desesperación— Estás temblando… Vamos _______, dime que es lo que sucede —Nunca la había visto tan preocupada.
—Harry… Se llevaron a Harry al hospital, Daphne —Y nuevamente las lágrimas en mis mejillas resbalan con peso.Desesperada, asustada… avisamos a la familia y localizamos a alguien que tuviera idea de cual era el hospital al cual lo habían trasladado.
Apenas el motor del vehículo de mi hermana, tiré de la puerta y salí corriendo hacia el interior del gran edificio.
No fue difícil encontrar la habitación, afuera de aquella estaba lleno de jóvenes.
—_______ —Sollozó Stacy al verme llegar.
— ¿Dónde está? —Ni si quiera me fijé en sus ojos, no hacía más que mirar a los alrededores y poder entrar a ver su rostro de una sola vez.
—No puedes entrar amiga, está en urgencias —Me abrazó y yo la separé enseguida.
— ¡NO! ¡Maldita sea! ¡Tengo que entrar ahora! —Grité furiosa.
—_______, tranquila… Saldrá bien ¿Si? —Me sonrió levemente, trataba de calmar mis nervios, mi miedo y mi pena, pero después de todo sería en vano.
—Quiero verlo —Sollocé arrojándome en sus brazos y sin esperar un segundo más, nuevamente estaba llorando.
Una hora transcurrida y nada… la gente comenzaba a abandonar el lugar y solo quedábamos la familia, mi hermana, mis padres, Stacy y yo.
Una hora más y… nada.
Dos horas más… y seguíamos sin noticias.
—Amiga, ya tengo que irme —Me susurró con la voz seca.
—Está bien, descuida —Sonreí sin ánimos y volví a mirar el suelo.
Sentí sus brazos rodear mi cuerpo, entregándome cariño y confianza, y no era la suficiente.
La vi alejarse y me quedé sentada sola en una fila de bancas, no quería estar con nadie, solo quería estar en silencio, pensar en él y rezar a dios para que le diera fuerzas y pudiera continuar conmigo, a mi lado.
Un hombre de delantal blanco se acercaba por el pasillo y todos nos pusimos de pie.
— ¿Cómo está? —Fui la primera en preguntar, al estar mas cerca.
Solo me miró con frialdad y se acercó a los padres.
— ¿Cómo está mi hijo? —Preguntó enseguida Pattie y mi dolor aumentaba al verla a los ojos rojos y cansados.
—Me tome informales que no se encuentra en buenas condiciones —Musitó sin expresión alguna— Tratamos se estabilizarlo y haremos lo que se pueda.
— ¿Podemos verlo? —Rogué con la voz quebrada.
—Está Muy delicado —Agregó mirándome serio.
—Solo queremos verlo —Pidió Pattie con la voz ahogada.
El hombre de aspecto duro y frío agachó el rostro y suspiró.
—Que sean solo unos segundos. Síganme —Todos comenzaron a caminar, menos yo, quien me quedé estática en el pasillo. Lo quería solo para mí.
Todos entraron y Ryan se quedó atrás para esperarme.
— ¿No vienes? —Me miró con los ojos llorosos.