Después de 8 horas increíblemente incómodas, estamos a punto de aterrizar
¿Incómodas? CLARO QUE SI. Super incómodas, que alguien se la pase viéndote con una maldita hermosa sonrisa es demasiado, intento mantenerme cuerdo pero cuando hace sus propuestas es imposible estar sereno, no podía dormir por que pensaba que iba a verme todo el rato... Bueno si me dormí pero desperté cuando sentí el roce de su piel, ¿por que no puede dejar de tocarme? ¿Por qué no quiero que deje de hacerlo? Me doy cuenta y me giro para darle la espalda mientras grito internamente. ¡Por favor que ya lleguemos!
--
Déjame estar en tu vida, vine hasta aquí y no hay nadie que me importe más que tú. Mi alma ha esperado por ti todo este tiempo, aunque estemos tan cerca, creo que me rechazas. Te ves tan bello al dormir, eres perfecto.¡Oh! Ya anuncian el aterrizaje, parece que su estrés ha disminuido. Me gusta verlo feliz. Quiero ser yo quien le de felicidad, no quien le haga querer huir de todo.
Bajamos lentamente y luego apuramos el paso, yo voy detrás de él, para su tamaño camina muy rápido. Me pregunto que haremos cuando reciba su maleta, ¿me dejará aquí y sin más se irá con su Tía? ¿Aceptará la oferta que le dije en el avión? Probablemente no fue la forma más delicada de proponerlo, pero estaba emocionado, no puede culparme por ello. Pero no ha dicho nada desde que bajamos.... Estoy algo... Bueno muy ansioso.
Vamos saliendo, su pequeña figura arrastra la maleta se ha negando a recibir ayuda... Es tan orgulloso, es tan él... Tan Ciel.
Comienzo a hacerle la platica
--
-¿Es tu primera vez en el extranjero?
-No
-¿Tienes frío?
-No
-¿Quieres comer algo?
-No
Camino a su lado y dejo de hablar, creo que viaje ligero, quizás demasiados ligero, debí traer bufanda o algo, solo subo la solapa de mi abrigo para evitar un poco el frío. Y sin mas se detiene a buscar algo en las bolsas de su maleta.
-Toma
Me arroja una bufanda roja, pero ¿por que traería 2 bufanda?! ...ah ya la reconozco.. Esta es mi bufanda la que deje alguna vez a su resguardo. Me la pongo sin chistar y me doy cuenta de esa dulce fragancia de su cuello.
-Ciel... Usaste esta bufanda, fue para recordarme
-No-con las orejas completamente rojas. Estos pequeños detalles me hacen calentar mi corazón cada vez más ya nos acercamos a la puerta, vamos hacia los taxis, supuse que alguien vendría a recogerlo pero quizás ya es demasiado grande para eso y quiere andar solo.. Pero aun no contesta mi pregunta... Me quiere volver loco. Salimos y avanzamos en la fila, el es el siguiente... ¿Qué hará? El despachador abre la puerta del taxi, mete la maleta del chico en la cajuela y se sube, yo permanezco afuera...¿Qué se supone que debo hacer? Asoma su cara y me dice en un tono molesto.
-Sube de una buena vez! Yo no se donde vives.
No lo puedo creer, aceptó. No lo dudo más y subo. Ahora los dos callados emprendemos el viaje al departamento que tengo en la ciudad... Solo siento como recarga poco a poco su cabeza en mi costado y dice de forma casi inaudible..-Ahora solo somos tu y yo.
Fin