-Eso va a funcionar.-murmuró Luke, luego de leer todo el expediente guardado. Sonrió con arrogancia y observó a Skye, quién estaba acomodando sus provisiones-.Te lo dije, soy un maestro en las artes del hackeo.
-Cómo sea.-Skye rodó los ojos y sonrió de lado levemente, para que Luke no se diera cuenta. Después de todo, que haría sin los chistes y molestias de Luke?-.Imprímelo y ponlo en el maletín, nos servirá. Habías dicho Nevada?
-Eso decía el expediente.-Asintió con la cabeza Luke, y conectó la impresora a la computadora de escritorio en frente suyo-.Y Nuevo México.
-Estamos más cerca de Nevada.-dijo la chica, cerrando el enorme bolso de viaje que llevaban. Comenzó con el pequeño bolso que contenía simplemente ropa, y dividió la suya con la de Luke-.Iremos allí, primero. Tenemos que encontrar algo.
-También tenemos que encontrar sobrevivientes.-La chica suspiró y bajó los hombros, y Luke notó eso-.Vamos, Skye, no podemos ser los últimos. Los aliens apenas se preocuparon por un par de desastres naturales.
-Un par de desastres naturales que mató a más de la mitad de la población mundial.-replicó Skye, y se levantó-.Cuándo termine de imprimirse, ven al auto, te estaré esperando. Voy a llevar los suministros.
Skye bufó y levantó los tres bolsos con una fuerza que había ganado gracias al duro pasado que habían tenido que afrontar. El mundo se había acabado, tal y cómo sonaba. Cada día había más y más pruebas de alienígenas, extraterrestres, cómo los llamarán. Cada día había más desapariciones misteriosas, hasta que un día los tsunamis, terremotos, volcanes y muchos otros desastres naturales asesinaron a la población. Los alienígenas no se habían molestado en volver, incluso si ya había pasado un mes, pero Skye presentía que pronto lo harían, y esa vez acabarían definitivamente con todos.
Había conocido a Luke en un viaje hacia su casa. Estaba en unas vacaciones espirituales cuando un terremoto arrasó su ciudad hasta que no quedaba nada de ella. Había sido la única superviviente, o eso pensaba. Estaba yendo a su casa en un auto lleno de provisiones cuándo se encontró a Luke en el camino. Los dos tenían el mismo destino, y accedieron a ir juntos. Habían pasado tres semanas, y los dos jóvenes se habían hecho amigos y la posibilidad de separarse ahora era casi nula. Juntos, habían decidido encontrar la razón por la que los alienígenas estaban atacando la tierra. La NASA lo había sabido, y no habían dicho nada. El presidente se lo había guardado para él mismo, en vez de dar la alerta roja mundial. Había causado muerte y destrucción. Pero después de todo, ese era Octavio Trump, el tirano presidente.
Creían que podían encontrar algo en las instalaciones de la NASA, en ubicaciones de expedientes, y era por eso que habían descansado en el CII, el centro de investigación inexplicable, el cuál se refería a la fauna y flora, animales, y por supuesto, los alienígenas. Habían encontrado cosas de buen uso, muchas más provisiones y hasta duchas y combustible, pero era momento de partir a cumplir su misión.
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Expediente Secreto
Science FictionTodo se explicaba en ese expediente. Porqué los alienígenas habían decidido bajar hacia la tierra. Porqué creaban híbridos. Todo estaba allí, escrito en un expediente que nadie podía encontrar. Pero Luke y Skye no estaban dispuestos a dejar ir a a l...