1°.- Llegada satisfactoria.
Con un grave acorde suena la alarma. Emily lanzó un leve gruñido y volteo a ver el molesto reloj.
-Siete treinta en punto- Volvió a lanzar un gruñido, solo que esta vez tenia la intención de ser escuchado- Otra día genial!- Alzó levemente la voz al decir "genial".
Con el peor animo, Emily desendió de la cama hasta rozar sus pies contra una tela suave... Sus queridas pantuflas de oso. La cogió para colocarselar y se las puso, desendió lentamente por las escaleras, parecia aun estar dormida. Verificó si salia agua tibia, efectivamente. Segundos después subió a bañarse. Cepillo sus dientes rapidamente haciendo salpicar sobre su pijama pequeñas gotas blacas de pasta.
-Diablos!- Maldijo a su querido cepillo y prosiguió.
Giró la perilla de el agua, se quitó todo lo que era calzado y ropa, soltó su lizo pelo y se aproximó a entrar a la calida agua. Minutos después ya estaba fuera
-Emily! Sal yá del baño!- Gritó Maria, su madre.
-Ya eh terminado!- Respondió con el mismo tono y tozió fuertemente.
Se rodió con una toalla y abrió la puerta, se adentró en una fria habitación dejando una estela de calor, estaba en su pieza. Miró rapidamente la puerta y se encontró con su uniforme. Lo cogió y se vistió con rapidez. Se ató una cóleta alta al pelo.
-Listo!- Volteaba frente a su espejo.- Mamá debe de estar hecha una furia!..
Bajó rapidamente las escaleras lo que la hizo tropesar torpemente en el ultimo escalon. Maria soltó un gritó.
-Que haces?- Preguntó Maria mirando a Emily apoyarse firmemente contra un mueble frente a la escalera.
-Juré que era más tarde y comenzé a correr a todo velocidad hacia las escaleras y tropese!.- Respondió agitada.
-Lo bueno esque te encuentras perfecto, hací que ven a tomar aciento. Te haz levantado demasiando temprano!-
Nuevamente Emily siguió su camino hacia la gran mesa de centro. Olía demasiado bien para negarse.
-Que desayunamos?-. Preguntó Emily-. Aproposito, y Nick?-. Preguntó dudosa.
-Dijo que iría por Amanda hoy, esta más enamorado que no te imaginas.- Repondió irónicamente María.
-Créeme que eso pensé desde un principió.
No hubo más conversación desde entonces, Emily encendió la television antes de irse para asegurarse de llegar a la hora.
-Perfecto, Siete y cuarenta y cinco! Adios mamá!.- Gritó junto a la puerta- Te quiero!-
Cerró la puerta de golpe y comenzó a caminar hacia su nueva escuela. Al llegar a la entrada, inspeccionó el lugar.
-Oh no!- Susurró- Ahí vienen.
-Veo que nos invaden los nuevos este año.- La inspeccionó de arriba hacia abajo y prosiguió.- Y si que son de mal gusto.
Emily siempre era la víctima de "La señorita perfecta" o en otras palabras, la típica chica que molesta a todos, esa que reúne votos para el baile, esa que sale con el chico más popular, aunque no podría afirmarlo.
-So.Soy Emily González... Me ayudarías?-. Era obvio que negaría pero vale la pena el intento.
-Claro, conozco un cirujano plástico que te podría arreglar la cara-. Se dio media vuelta y corrió lentamente hasta los labios de un chico, de pelo color rubio oscuro y ojos claros, ella lo rodeo con sus brazos, volteo para asegurarse de que nuestra protagonista estuviera observándolos y volvió a besarlo con más pasión.
- Ah! -. Gritó el de ojos claros palpándose el labio inferior.- ¿Porqué me mordiste?
-Es sólo un juego-. Sonrió coquetamente y se alejó, luego de besarlo, moviendo exageradamente las caderas.
Emily soltó un leve quejido y volteó en destino a clases. Al llegar a la sala que apuntaba el papel, golpeó la puerta y se aproximó a pasar.
-Disculpa, ¿Este es el salón de el señor Cooper?-. Emily se dirigía a el profesor con formalidad.
-Con el habla, ahora tome asiento! Llega 4 Minutos tarde.- Cooper volteó a la pizarra y Emily prosiguió a sentarse en el último puesto, como siempre.
Caminó rápidamente pero tropezó tontamente, otra vez, con la "muerde labios". Los libros de Emily se derramaron por el piso y junto con ellos.. Su iPad, el cual ocupaba como diario personal. Emily se aproximó a cogerlo y guardar todo rápido pero la furia hablo.
-¡¿Qué ocurre contigo tonta?!-.
Y ahí todo ocurrió... Media hora después se encontraban las dos esperando a la directora.
-Alumnas!-. Dijo la secretaria mirando sobre sus anticuadas gafas, ellas se pusieron de pie y la miraron.- La directora las espera.
Entraron a paso lento, Emily y la otra chica, respectivamente. Pasada las 3 de la tarde, las 2 chicas se retiraron de el pequeño pero estricto colegio.
Emily miro a la chica de reojo y vio que buscaba algo en su teléfono, cuando lo encontró note que era un contacto, de título hacia el nombre: "Logan, y más abajo como apodó, escrito con letra cursiva, "Amor".
¿Que? ¿El chico de ojos claros se llamaba Logan? Era un nombre bonito, para alguien lindo y apuesto y..... Esperen, ¿Ella gustaba de Logan? Creo qué primero deben ser amigos.
-Robaría su teléfono si tuviera el valor-.Pensó y luego negó con la cabeza al volver a pensar en su comentario.
Miró la calle que la guiaría de vuelta a casa, suspiró y comenzó a caminar mientras colocaba sus audífonos de oso en sus orejas. Luego de unos cortos 10 minutos pudo llegar a casa sana y salvo, tiró la mochila en la entrando y corrió a su habitación donde encendió la tele para luego tenderse agotada en su cama hasta quedar completamente dormida.
-Emily, Emily, EMILY!-. La chica sobresalto con tanto miedo que toco el piso con su ropa de escuela.
-Madre!! ¿Porqué el apuro? ¿Ah ocurrido algo?-. Nadie acostumbraba a gritar en su casa a menos de alguna emergencia.
-Eh estado llamándote a cenar desde ya media hora y deberás bajar ahora mismo!-. No subió de tono pero apunto la escalera con su dedo anular segundos después.
-Bajo enseguida, no te preocupes.
Cerró la puerta y siguió su camino
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